Crítica de This Is Us por Sandris

Creo firmemente que si la magia de la vida, de las pequeñas cosas, de los abrazos de tu madre, las miradas atentas de tu padre y las bromas de tus hermanos pudiera condensarse en un único espacio, tiempo y lugar, ese sería sin duda 'This is us'. Una serie que hace de lo ordinario, de lo cotidiano y familiar algo extraordinario porque es la serie que hace arte de la sensibilidad y la emoción. Sus personajes no son perfectos, es más muchos deben resolver serios problemas personales y aprender a gestionar sus emociones a lo largo de las seis intensas temporadas que tienen por delante, pero son maravillosos en su propia imperfección porque son el reflejo más real de la humanidad. Son el reflejo más personal de lo que es fracasar, decepcionar a los que más te quieren, herirlos una y mil veces, pero siempre con la esperanza del perdón y la recuperación de los lazos afectivos.
Es esta la historia de la familia Pearson, de como Rebecca y Jack se conocen, se enamoran locamente y traen al mundo tres preciosos bebés. Es la historia de como de una tragedia puede salir algo hermoso. De como alguien que parecía perdido para siempre, encuentra su lugar en una familia que será su guía. Es la historia de Kevin, Kate y Randall, hermanos que aprenderán a lo largo del camino que la familia puede ser una bendición y una maldición en los peores momentos. Es, en definitiva, la historia de una familia con sus luces y sus sombras. Con sus alegrías y sus penas, pero siempre con el cariño y la comprensión como seña de identidad.

Un viaje precioso del que cuesta recuperarse. Además cuenta la leyenda que si no lloras o te emocionas con cada episodio (sí, cada episodio) tienes un molusco por corazón. Esto no lo digo yo, lo dice la ciencia.

"It's quite a thing, isn't it? Us". ♡