Crítica de Scream por JPQP

Redactada: 2024-02-18
Scream: Resurrection acaba funcionando mejor como slasher que las temporadas que la preceden.

Ayuda muchísimo que sean solo seis episodios porque sé, por como se han tratado ciertos elementos, que de haber sido diez o trece episodios como las temporadas 1 y 2, hubiera sido un coñazo en la que por ejemplo tendríamos seguro una subtrama con el entrenador y el tema del equipo.

Pero no ha sido así, con lo que nos han dejado la trama slasher con alguna cosita extra para aderezar; lo que a su vez es un problema porque quitando al personaje principal, del resto de protagonistas conocemos lo justo, a veces se profundiza más en ellos para que sirvan de red herring o simplemente para que sintamos algo por sus muertes (especialmente en el caso de Manny ).

Porque con todos los problemas que la historia de Lakewood tenía, al menos sus personajes me importaban; incluso Emma que llegaba a ser tan insoportable a veces era alguien por quien tenía un interés. Aquí siento más a los personajes como parte de un contador de muertes, más propio de un film en el que no hay mucho tiempo para estar profundizando en ellos.

Tampoco creo que haya alguna escena que sobrara para poder poner en su lugar alguna escena de los otros personajes principales (mucho menos un episodio extra con todo el relleno que conllevaría), aunque sí presentar antes ciertas características de los personajes para que no parezca que dicho elemento es solo para causar sospecha o un golpe emocional.

En lo que respecta a volver a los orígenes de la franquicia con un asesino que sí es Ghostface y además con la clásica voz de Roger L. Jackson, pues no me excita demasiado; precisamente la historia previa era interesante por dar una vuelta de tuerca a su asesino haciendo algo que recuerda a Ghostface con su túnica y máscara blanca pero que realmente no tiene que ver, además conectando ese disfraz al lore de su historia; aquí, de primeras me hace preguntarme si tiene relación con las películas u ocurre en nuestro mundo (o uno equivalente) y existe Scream como franquicia, porque al asesino en cuanto aparece lo llaman Ghostface. Solo hay un pequeño problema con eso: el disfraz no se llama Ghostface.

Veamos, si te quieres disfrazar del asesino de Scream en Carnaval o Halloween, vas a buscar un disfraz de Ghostface, pero en ese universo el disfraz que usa Ghostface no se llama Ghostface, se llama Father Death, para que se entienda fácil: si te quieres disfrazar del asesino de Friday the 13th, te vas a comprar un disfraz de Jason, pero dentro de dicho universo, el disfraz que usa Jason Vorhees no se llama obviamente Jason, se llama máscara de hockey (o saco).

Una chorrada tan pequeña hace que la obra quede en una extrañísima situación en la que uno no sabe si considerarlo canon, un universo alternativo o algo meta, porque ni se menciona Scream, ni se menciona Stab (la franquicia dentro de la franquicia), cosa que en el caso de Lakewood no pasaba porque funciona tanto como parte del canon como por fuera porque el que no se hagan menciones a Scream o Stab tiene sentido porque ahí el disfraz es distinto. Aunque es cierto que en Scream VI se hace un guiño a Atlanta, donde ocurre esta serie, mencionando que ha habido casos de ataques de Ghostface, pero claro, es un guiño, no confirma realmente que esta serie sea canon (y en todo caso se la habría canonizado a posteriori).

Aparte de esto, el hecho de que sea Ghostface deja de ser especial si va a por un grupo distinto. En las películas es interesante como siempre hay alguien nuevo bajo la máscara tras Sidney (y en las últimas entregas, Sam) que de alguna forma va conectando al comienzo de todo, pero aquí, más allá de la voz y el disfraz, pues no tiene absolutamente nada de especial que decida usar esto en lugar de la máscara de hockey de Jason que mencioné antes por mucho que se relacione con su motivación.

Algo que sí puedo aplaudir es que mientras en el caso de la primera temporada la historia de origen aunque muy alejada del primer film, seguía la premisa de «los pecados de la madre dan lugar a un castigo para la hija», aquí no hay de esto; evidentemente como buen slasher que se precie, algo del pasado da pie a los asesinatos presentes, pero no tiene que ver con los pecados de uno de los padres del protagonista, o siquiera de otra persona, sino son sus propios actos que dan lugar a este macabro efecto mariposa.

También me gusta el tema de la identidad bajo la máscara. Scream tiene un gimmick que menciono siempre porque es la marca de la casa (y que de hecho cuando no se usa da lugar a las peores entregas de la franquicia), con lo que este tema no suele dar de sí: vale, este obvio culpable estaba presente cuando ha aparecido Ghostface, pero da igual porque es evidente que ese era su cómplice .

Pero para empezar, aquí no pretenden aburrirnos con red herrings evidentes como en la serie previa (aunque con un personaje sí lo hacen) y aunque se puede ver venir la identidad, no sientes que haya sido una pérdida de tiempo (ni da lugar a agujeros de guion muy gordos); aunque lo que más me gusta es el concepto: tenemos que la asesina principal es Beth; lo que primero implica que por primera vez la Randy de la obra es la asesina, cosa que me encanta porque es raro que siendo el asesino tan conocedor del género como cada «Randy» (sino no seguirían tan al pie de la letra las normas del slasher) no sea la persona que suelta la info friki sobre cine de horror, pero por encima de todo adoro que sea el asesino sociópata que solo quiere disfrutar matando y no tiene una motivación de venganza quien lleve la batuta a diferencia de las otras entregas .

Claro que esto acaba teniendo sus defectos: hay alguna cosa que aunque con explicación queda en el aire como el caso de cuando Beth recibe un mensaje de Ghostface estando en la cola con Kym , sabemos que en este caso el mensaje no lo manda el segundo Ghostface que es Jamal, sino ella misma , por tanto no debería poder aunque se puede llegar a explicar con que ella tiene un segundo móvil en el bolsillo y se envía el mensaje a sí misma , o que logre estar en la habitación del hospital donde hay que entrar con una tarjeta ; que Jamal decida admitir ser Ghostface, lo que lleva a que Kym hable con la poli con lo que Beth lo acaba matando (aunque diga que lo iba a hacer igualmente) no tiene ningún sentido porque no había completado su venganza, eso sin entrar en que se siente forzado el cómo la manera de interactuar entre este y Beth como Ghostface no tiene sentido siendo cómplices y solo se entiende desde el punto de vista de una serie en la que el público no puede saber que este conoce quien está bajo la máscara ; tampoco tiene mucho sentido la elección de víctimas ya que Jamal busca vengarse, pero mata a más gente que Beth que planea esto para tener una excusa para matar, aparte de que no hay ni una sola víctima femenina ...

En lo que respecta a las muertes, para ser una franquicia con un asesino cuya arma principal es el cuchillo, resultan muy variadas y de hecho, con lo que menos mata es con cuchillo, y el contador de muertes, aunque no está mal para seis episodios, al no ser muchos de los personajes principales ni tener estos tanta profundidad para que nos importen, más allá de disfrutar de ellas como muertes de slasher dejan muy indiferente; un episodio de hecho empieza con el velorio por una de las víctimas pero las demás parecen dar igual incluso cuando Amir es uno de los personajes principales o justo antes de la muerte de Shane nos muestran la relación con su abuela (y que esta depende de él) para que podamos sentir pena por su muerte.

Y aunque esto es un whodunit, el elemento vital de la serie está en un giro distinto, que en realidad no deja de ser un whodunit porque trata de que Deion no es Deion sino Marcus que robó la identidad a su hermano muerto . No sé decir qué tal es como giro, porque no recuerdo si es un giro que vi venir o no, en parte porque tampoco resulta tan espectacular porque sí, robar la identidad de tu gemelo muerto es horrible, pero se hace mucho hincapié hasta desvelar la verdad que lo malo que hizo el protagonista fue abandonar a su hermano, cuando siendo tan pequeño tampoco tenía como hacer otra cosa y al final la revelación parece soltarse buscando crear un golpe de efecto pareciendo no tener una consecuencia real más allá de ser el catalizador de la ola de asesinatos, pero por otra parte, es que es un giro tramposo porque Deion/Marcus sueña con su hermano como Ghostface que viene a por él y este le llama Deion, si hay un lugar donde alguien que roba una identidad sería llamado con su nombre real es en un sueño, y más si tiene dicha pesadilla por el estrés de gente muriendo por su culpa y sabiendo que ese es el secreto que el asesino quiere que revele .

Igualmente sí vi una obra slasher posterior ( la serie IKWYDLS ) que tenía el mismo giro y lo vi venir de lejos, y mientras aquí (con trampa incluida) siento que es un giro «meh», allí se construye de tal manera que me hizo pensar directamente en esta temporada, con lo que lo sentí como una copia barata.

Volviendo a los altibajos de esta serie: mientras que un punto muy bueno es como el cast no es solo diverso, sino que viven en zonas pobres, en lugar de ser las víctimas de las películas o las temporadas previas que en el peor de los casos eran de clase media-alta; el punto malo es el humor. Scream siempre ha tenido humor porque para algo es una obra metarreferencial, incluso en las temporadas previas Noah es un alivio cómico, pero el humor tanto ahí como en las películas es más sutil; aquí por momentos los diálogos se pasan de absurdos tirando más a lo que era Scary Movie que Scream, a punto de que Kym me ha recordado muchísimo a Brenda.

Sin embargo no puedo dejar de apuntar un elemento que es todo un homenaje al horror: Tony Todd con un gancho.

En definitiva, si te gusta el slasher, pero como yo no te gusta el rollo de un montón de misterios metidos a la fuerza a lo PLL, probablemente vas a preferir esta temporada, porque son pocos episodios, hay muertes violentas y no pretenden dar vueltas en misterios que no llevan a nada porque no tienen que ver con los crímenes; pero si de las temporadas anteriores te gustaban los personajes y sus relaciones, esta te va a dejar indiferente porque ni profundizamos en la mayoría de ellos, ni vamos viendo distintas dinámicas entre personajes, y cuando se da alguna nueva es a la fuerza ( al morir Manny y luego Amir, juntan a Kym con Beth ), con lo que se siente más como un slasher genérico donde solo quieres ver al asesino acabar con sus víctimas.

Tampoco resulta tan meta como las temporadas previas que, aunque en general de forma mal hecha, al menos trataban de hacer un análisis del horror en la época en la que salió y del slasher en formato televisivo; aquí, quitando las referencias más típicas al género, se menciona lo de ser un reboot pero que no tiene sentido porque dentro de ese universo no son un reboot porque incluso aunque esta y la serie previa compartan el mismo universo, no tienen mayor relación entre sí aparte de ser series de Scream (y que esta se considere la tercera temporada).

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