Crítica de Perdidos por freespirit

Sencillamente Perdidos es LA SERIE. Si hoy el mundo se ha vuelto loco por las series de TV es por culpa de esta obra maestra. Desde el comienzo, el espectador se ve envuelto en un laberinto de misterio, preguntas sin respuesta y flashbacks que le convierte en un verdadero adicto a “un capítulo más y lo dejo, lo juro”. Cuando se resuelve una pregunta surgen 4 nuevas que dejan al espectador con ganas de pedir el día en el trabajo para seguir devorando capítulos. Y es que lo tiene todo: Psicología, ciencia ficción, misterio, ambigüedades, romanticismo, traición, una banda sonora que pone la guinda a los montos más enigmáticos,… y cliffhangers, muchos cliffhangers. Es la maestra de los cliffhangers…

Y ese magnetismo que despierta es precisamente su peor enemigo. Pues cuando algo es tan bueno y pone el listón tan alto, siempre existe el riesgo de que las expectativas creadas sean excesivas, y por tanto, el espectador quede insatisfecho. Porque Perdidos no es una serie para entretener. Es una serie que está hecha para pensar, para fijarse, para apagar la luz y estar en silencio. El espectador debe estar atento durante las 6 temporadas a todo tipo de detalles, símbolos, frases, etc... Para poder crearse el puzzle en la cabeza que le dará sentido a los jeroglíficos planteados, y depende sólo de él, que esas expectativas sean satisfechas. Porque en Perdidos no se da puntada sin hilo. Y si el espectador no es capaz de obtener las piezas, el puzzle quedará inacabado y esas expectativas quedarán insatisfechas. Razón por la cual ha recibido, de forma injusta, numerosas críticas. Pero si obtienes las piezas y las encajas con cuidado, no hay pregunta sin respuesta. No hubo una serie como Perdidos, ni tampoco la habrá.