Redactada: 2020-06-25
Creo que después de 5 años y 4 temporadas, esta serie se merece su crítica correspondiente. Javier y Pablo Olivares nos muestran el mayor Secreto de Estado que tiene nuestro país: El Ministerio del Tiempo. Cuyo único propósito consiste en que la Historia y el Tiempo sean los que son y que no se altere ningún hecho histórico, sin existir el futuro, siendo la última parada el presente. He de decir que cuando la empecé allá por el año 2015 con mi familia me llamó la atención su propuesta, por ser algo... diferente.

Una serie que mezclaba la ficción como ninguna antes la había hecho y además con un rigor histórico bastante bueno. Sus personajes no son perfectos sino que se muestran con defectos y limitaciones a la hora de llevar a cabo sus misiones incluso hasta el punto de abandonar o enfrentarse a sus superiores, pudiendo empatizar con ellos fácilmente. Y además que cada uno muestra un valor interesante: La lealtad y el honor (Alonso), la persistencia y el conocimiento (Amelia) y rebeldía y humildad (Julián). Además luego se añaden otros personajes que sufren una evolución del mismo nivel que estos tres anteriores. Daba gusto ver cómo intentaban adaptarse personajes de otras épocas al S.XXI. Aunque parezca una serie episódica (en la que aprendes un poco de la Historia en cada capítulo), tiene una linea general sobre sus personajes que la hace interesante, enfrentándose a distintos peligros en cada temporada como Lola Mendieta, Darrow, las Sociedades Secretas y viejos enemigos que intentarán que la historia cambie a su beneficio.

La serie como bien decía nos pone frente al espejo, nos hace ser críticos y además enseña. Tienen muchos puntos interesantes (algunos de humor muy bien hilados) y hace referencia a la cultura pop de una forma muy divertida. Muchas series actuales no han sido capaces de transmitir esos valores que sí ha sido capaz de hacer esta. La única pega que le pondría a la serie es que siempre ha estado en vilo de cancelarse o renovarse y desde que acabó su primera temporada fue maltratada por TVE cambiando su hora de emisión incluso sus días. Nunca sabremos si tendrá que ver con que sea la TV pública, pero los creadores siempre apostaron por la cadena pública para que fuera una serie de y para todos. Ejemplo de ello es que se llevaron tres años entre la tercera y la cuarta temporada y los decorados y lugares que se utilizaron tuvieron que cambiarse, por lo que podría resultar chocante y costara adaptarse un poco a esta nueva temporada.

Una serie que además me ha callado la boca con un actor que directamente ha salido de la burbuja en la que se encontraba encasillado como Hugo Silva y las grandes interpretaciones de Aura Garrido, Nacho Fresneda y Rodolfo Sancho. Mención especial para el personaje de Julian Villagrán haciendo de Velazquez y un veterano Jaime Blanch (Salvador Martí) como el responsable del Ministerio con Irene Larra (Cayetana Guillén Cuervo) y Ernesto (Juan Gea).

No sé si ya es entrar en el debate de si es o no la mejor serie española de TV, pero sí podemos decir que es una serie necesaria en estos tiempos y que además nos hace ser críticos con las situaciones que se nos muestran. A la espera de si hay una quinta temporada o es el final definitivo, solo puedo decir GRACIAS a los hermanos Olivares, a TVE, y a todos los que han colaborado en esta increíble serie haciéndola posible.
Guion
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