Crítica de El Ministerio del Tiempo por Sandris

Hace tiempo que ya no se puede decir ese tópico tan manido de que “las series españolas son una mierdis”, porque si de algo podemos sentirnos bastante orgullosos últimamente es de la calidad de las series que se producen en nuestro país. ‘El ministerio del tiempo’ es quizás una de las mejores. Lamento profundamente mi incompetencia por haber tardado TANTO tiempo en verla, en apreciar su apabullante entramado estético, sus trabajadísimas ambientaciones, las lecciones históricas y vitales que nos ofrece en cada episodio y, sobre todo, me arrepiento de no haber conocido antes a estos maravillosos personajes que brillan con luz propia, caracterizados hasta el más mínimo detalle. Amelia, Alonso, Julián, Pacino, Salvador, Ernesto, Irene y Angustias son los encargados de solucionar los problemas que surgen en nuestro pasado para que la historia no cambie y que nada se descontrole. Todos llevan perfecta y equilibradamente el peso de las diversas tramas ofreciéndonos un mapa completo de la historia de España, con sus virtudes y sus enormes defectos. Además, cuenta con el mejor secundario que se haya visto nunca: Diego Velázquez. Es cierto que tiene algunos puntos negativos como la repetición de ciertas historias que no dan mucho de sí (la trama de Maite sin ir más lejos) o la incoherencia de muchos de los viajes temporales que hacen. Pero bueno, al final estos viajes simplemente son la excusa perfecta para presentarnos a personalidades conocidas y, en mayor medida, presentarnos a personalidades que han quedado ocultas en nuestra crónica. Y si esto no nos convence, siempre podemos echarle la culpa a “la puta mariposa”.
Desde el día de hoy hasta el día en que me muera, me declaro una “ministérica” total.