Crítica de Cristal oscuro: La era de la resistencia por MartaPD

Cancelar una serie así debería considerarse un atentado contra el arte. Dark Crystal es una serie artesana, hecha con muñecos y marionetas, donde todos los seres, criaturas y hasta los escenarios están hechos manualmente. Es una maravilla artística que tiene además un lore y mundo absolutamente imaginativo, creada con cuidado y mimo y con una historia puramente fantástica con toques quizás algo infantiles (aunque no tanto) en una lucha clásica del bien contra el mal.

En Dark Crystal conocerás el mundo de Thra, un lugar lleno de todo tipo de bichines y de distintas razas, aunque fundamentalmente destacan dos: los gelflings y los skeksis. Existen 7 clanes gelflings, cada uno con sus particularidades, que viven bajo el gobierno de los malvados skeksis. Y cuando digo malvados son malvados de verdad, de los de risa maquiavélica y evidente egoísmo, que se dedican a explotar y a mandar sobre los gelflings, quienes aceptan esta situación porque los skeksis son "señores del cristal" y viven alienadísimos pensando que en realidad son buena gente que los protege. En realidad que sean tan malos de cajón a veces es muy paródico y resulta hasta gracioso ver algunos de sus comportamientos porque son tontísimos (menos Chamberlain) aunque muy muy cabrones. Me parece mucho más odiosa Seladon, por ejemplo, porque es un personaje insufrible, que traiciona a su familia y a todo su pueblo solo porque quiere mandar, sin importarle quien muera por el camino. Qué tía más imbécil, en serio.

Con esta serie he sentido toneladas de ternura y también he sufrido muchísimo por todos esos bichines a los que los skeksis esclavizan. Me he reído también con los podlings, sobre todo con Hup que es MARAVILLOSO. He protec but he also attac. Y Deet ahhh, por favor, un ser de luz al que es imposible no querer (y que tiene dos papis gays) . O Mother Aughra, que es la típica señora super sabia y cascarrabias. El diseño del mundo y de los personajes es brillante y a menudo te hacen preguntarte fascinada cómo mueven todas esas marionetas.

El único pero que se le puede poner a la serie es que el último capítulo es un poco caótico y tiene algunas decisiones cuestionables. Lo que hacen con Seladon es injustificable y solo enerva porque de la noche a la mañana todos le perdonan que haya sido una persona horrible y en ningún momento tiene un arco de redención ni nada que se le parezca, llega a dar la sensación de que se han saltado algunas escenas para conseguir que la audiencia deje de odiarla y es una subtrama muy desagradable. La cancelación de Netflix hace que el final quede bastante abierto y da una rabia tremenda pensar en el maltrato dado a una serie como esta.

Supongo que habrá gente a la que le moleste el estilo maniqueísta del bien contra el mal o el tipo de expresiones de los muñecos, pero en lo personal difícilmente puedo pensar en ninguna otra serie de la que pueda decir que es fantasía en mayúsculas. Con su mensaje de esperanza, un trabajo técnico impecable y un universo alucinante lleno de diversidad y originalidad. De Dark Crystal sí que se puede decir de forma bastante literal que es una serie única porque, simplemente, no hay otra igual.