Crítica de Berlín por Sandris

Si bebiese un chupito por cada vez que mencionan la palabra "amor" en esta serie, ahora mismo estaría en la UCI con todo mi sistema colapsado por un coma etílico antológico. 0 dudas.
Si de algún personaje de 'La casa de papel' se podría hacer un spin off, estaba más claro que el agua que ese sería Berlín. Un personaje que ha ganado más tirón muerto que vivo tenía que salir rentable de alguna forma y, efectivamente, lo ha hecho. Evidentemente nadie se espera volver a sentir esa adrenalina frenética de las primeras temporadas de la serie madre, o esa sensación de no saber lo que está pasando y que cada episodio te deje con un cliffhanger denunciable. Pero, sin embargo, 'Berlín' es una serie entretenida, con potencial y cuidada. Por ejemplo, la banda de ladrones me ha parecido muy buena, destacando sobre todo Michelle Jenner que se come a cualquiera con patatas, así como también es evidente que Cameron es casi un copy-paste del personaje de Tokio, Roi de Río y Bruce de Denver. Nada de esto me ha molestado porque intentan seguir la fórmula anterior para cosechar el éxito. El mayor problema de esta serie a mi parecer, es el excesivo enfoque en las tramas románticas, sobre todo en la de Berlín y Camille. Llega un momento en el que se vuelve insoportable y parece que estés metido en una telenovela turca.

Le faltan muchas cositas y le sobran otras tantas, pero como producto de consumo instantáneo no tiene parangón. Como el carisma de Pedro Alonso. Sólo falta ver cómo pretenden seguir esta historia, si exprimiéndola al máximo o usando la inteligencia. El tiempo lo dirá.