Críticas de Pequeñas Coincidencias

mantiene el nivel de la primera temporada, me sigo quedando con las proyecciones de los niños

Pues la primera temporada no me pareció gran cosa pero aun así me entretuve y me gustó, aunque en momentos se me hacía pesada porque era demasiado forzado lo de que Marta y Javi coincidiesen constantemente pero sin encontrarse el uno con el otro, es por eso que esta segunda temporada me ha gustado más, aunque también tiene situaciones que se repiten me parece bastante menos repetitiva que la anterior temporada, además los episodios pasan de durar 50 minutos a 30 lo que también ayuda a que sea más ligera, me he visto la temporada en dos días y me ha gustado mucho, personalmente me he reído más con esta temporada que con la primera que simplemente me pareció entretenida. Si llega a haber una tercera temporada me tendrán ahí.

La última temporada ha bajado mi nota. La primera me gustó, una serie diferente y fácil de ver. La segunda bien, siguen con el lío, pero ya Marta empieza a caerme un poco mal, a pesar de querer una cosa su actitud caprichosa le puede, y siempre pasa lo mismo en todos los episodios, ahora sí, ahora no.
Y esta tercera temporada... pues bastante aburrida. Osea, quieres una cosa en tu vida y luchas por alejarte de ella?? No tiene ningún sentido. Es sufrir por sufrir y poder alargar la serie más.
Ambos quieren lo mismo pero luchan contra sus sentimientos, sobre todo la prota que parece una niña malcriada que todo el mundo tiene que estar a sus pies. No me ha gustado el rol de ella. Esta temporada ha caído bastante, con tramas subrealistas.

Si la hubieran terminado en la primera temporada, hubiera sido una buena serie. Empieza con una idea dentro de todo original (por cierto detalle que le da su parte cómica), pero después los enriedos se vuelven repetitivos y terminan cansando. Además los personajes terminan siendo unos inmaduros y... nada, aburren. En vez de haber seguido por el planteo de la primera temporada, la terminan arruinando poniendo los típicos enriendos de siempre, volviéndola repetitiva y predecible. Tanto, que al final ya ni ganas quedan de verlos juntos.
Lo que sí tiene de positivo es que cuenta con momentos graciosos y divertidos, pero la trama principal... me terminó aburriendo.

Serie que va de más a menos, que me ha costado acabar porque la tercera temporada me resultó pesada y repetitiva, llegando a odiar a la protagonista.

Terrorífico Javier Veiga, arquitecto de esta su terrorífica serie
en general, con un guion terrorífico e inefable y con el que no
puedes festejar sus gages dialécticos ni reparar demasiado en
ellos porque te pierdes el que llega de manera inmediata sin
solución de continuidad.

Alicia Rubio. Marta Hazas, Mariano
Peña y el mismo Veiga, creador, en sus principales roles. Solo
son 3 temporadas con capítulos de apenas 30', pero activos y
muy intensos. Descubridla, congéneres; lo agradeceréis.
Una comedia romántica INENARRABLE. .5 sobre 5. ··PICARD··

Para muchos podria considerarse un "guilty pleasure", para mi no. En la segunda temporada, le cambian el formato a 30 minutos por capitulo que creo que le sienta de perlas a la serie. Me encanta la mezcla entre comedia y ñoñeria que tiene, ya que cuando rio lo hago a carcajada limpia y cuando se pone ñoña, me encoge el corazon. Y en el fondo me gusta tanto porque es bonito pensar que la vida es una serie de pequeñas coinciencias que haran que descubras a esas amistades que son como familia o incluso ese amor que nos derretira con cada sonrisa.

Le tenía muchas ganas porque me encanta la pareja que forman Marta Hazas y Javier Veiga, y quizá por eso al principio me decepcionó un poco. Tras los primeros capítulos me pareció entretenida, pero con mucho cliché, chistes casposos y humor de ese que solo entenderemos los gallegos, como el creador de la serie. Pero remonta.
Javier y Marta tienen gran química (sólo faltaba) y eso se nota en que la calidad de la serie sube cuando por fin se conocen y empiezan a aparecer juntos en pantalla. Hay alguna trama secundaria forzada y personajes que por momentos sobran (el padre de Marta es Mauricio Colmenero 2.0, y el hermano mexicano por mí puede desaparecer que no lo echaré en falta), pero al final se va viendo que todos son necesarios. Llega un punto en el que estás hasta el moño de tanta comedia de enredo y de que se líen tanto las cosas y quieres que pase algo ya, pero al mismo tiempo está bien llevado y cada final de capítulo engancha. Soy muy fan de los dos niños imaginarios,
Una comedia romántica amable y sin grandes pretensiones, a la que quizá le sobre algo de duración, pero entretenida y con sus momentos moñas y sus momentos divertidos. El personaje de Unax Ugalde es genial, porque me saca de mis casillas y me resulta increíblemente cargante, pero al mismo tiempo tiene un no sequé que me encanta.
Encantada de ver producto gallego en una plataforma como Amazon Prime, y a conocidos secundarios "da terra" como Miguel Lago, Rober Bodegas o Touri participando en ella.

Me ha gustado incluso más que la primera. La reducción de la duración de los capítulos a media hora le viene muy bien, y aunque la primera parte de la temporada es un tira y afloja predecible entre los protagonistas (y el médico es muy pesao'), los últimos capítulos se vuelven más dramáticos e "intensos" y con ello más interesantes. La incorporación de Ramón Langa como padre de Nacho y Javi es una alegría para la vista y el oído XD, y el personaje de María Barranco también le añade interés y gracia a la trama de Joaquín, el padre de Marta. Los diferentes cameos de caras muy conocidas tampoco tienen desperdicio. De todas formas, para mí el encanto de esta serie siguen siendo los niños y sus conversaciones con sus respectivos padres.

Muy buena esta tercera también. Da lo que ofrece y aporta un buen final a la serie. ¿Predecible? Pues claro, pero es que sabemos desde el principio que es una comedia romántica, el final está cantado desde el capítulo 1. He disfrutado el camino y me ha gustado la manera de llegar a él. Sí es cierto que la actitud de Marta llega a ser un poco repetitiva en ciertos momentos, pero no como para considerarla una mala temporada. Lo que menos me ha gustado son los saltos temporales de meses que se dan de repente, y no muy bien llevados además (el más cantoso, el último: nace la niña mínimo 9 meses después y Cristóbal no ha crecido nada) .

Una comedia romántica ñoña y predecible, pero con un buen punto de humor, aunque también de drama, un toque de frescura y mil enredos que superar para llegar al esperado final. En mi caso, discrepo con las opiniones que he leído diciendo que va de más a menos y que la última temporada se hace repetitiva. Para mí, la primera, con sus capítulos de una hora y ciertos personajes (de los que afortunadamente prescinden en las siguientes), es la que se me ha hecho más pesada. La segunda y la tercera, con capítulos más breves, se ven casi del tirón y a pesar de los continuos enredos, enganchan más.
Ayuda que sus protagonistas (y creadores) sean pareja en la vida real, su química traspasa la pantalla y la serie gana en cuanto comienzan a aparecer juntos. Entre los secundarios destacan especialmente los niños imaginarios que les recuerdan su deseo de ser padres, y el pequeño amigo argentino de Javi, que suelta perlas cada vez que abre la boca, probablemente me haya reído con él más que con ningún otro. Los demás, pues bueno, unos tienen más gracia que otros, pero todos son necesarios y se siente la complicidad entre los miembros del reparto. Tiene buenos y abundantes cameos de caras conocidas, e interpretaciones digamos "estelares" como la de Loles León, o mi favorita, la de Ramón Langa.
Una comedia amable y sin pretensiones sobre un par de "cuarentañeros" (porque odio la palabra cuarentones) que un día se dan cuenta de que quieren ser padres y empiezan a buscar en serio a su medio limón para lograrlo. No es una obra maestra ni es la más original del mundo, pero que transmite buen rollo, entretiene, divierte y se ve en poco tiempo.

Una serie fresca en su primera temporada, una comedia romántica con su puntito cómico, pero que después se pasa con los enredos.
Se nota la química entre los protas, que se conocen debido a pequeñas coincidencias que van marcando el desarrollo de la historia.
Uno es un critico de restaurantes, ella tiene una tienda de moda y sueña con una vida de peli moña.
Los niños "imaginarios son lo mejor de la serie.
Disfrutable, pero se pierde en una formula repetitiva.