Críticas de Flesh and Bone

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Clare, una bailarina con mucho talento pero emocionalmente desequilibrada, de tendencia autodestructiva y con un pasado complicado, se une a la compañía de danza de Nueva York y pronto se da cuenta de lo duro y despiadado que es el mundo del ballet.

2015
60 min
Drama

RESEÑAS Y VALORACIONES DE Flesh and Bone

Crítico aplicado
PTG 111
8 / 10
Miniserie de gran calidad sobre el exigente mundo de la danza profesional. Claire es una bailarina de ballet con un turbio contexto familiar que decide dejar atrás su hogar buscando una oportunidad en la compañía de danza de New York y la consigue, porque supura talento. Flesh and Bone es una serie dura marcada por una violencia psicológica casi constante; una serie sobria, grabada en tonos fríos que transmiten una atmósfera tensa y asfixiante propia de un mundillo ultracompetitivo y a menudo cruel en donde parece que el precio por brillar es autodestruirte mental y físicamente.

Entre personajes rotos y a menudo grotescos, Claire es un personaje igual de roto y grotesco, pero que no deja de transmitir una sensación permanente de vulnerabilidad y bondad. Frente a Paul, el director del centro que vuelca sus propios traumas y miedos en sus alumnos demostrando ser un una persona absolutamente horrible y narcisista; Claire se contrapone como un personaje que a pesar de toda su terrible mochila de perversidad y dolor no quiere perderse a sí misma ni hacer daño a los demás en el proceso.

Flesh and bone es una serie muy estética, llena de metáforas y símbolos que a veces ni siquiera sabes muy bien a qué se refieren. Su visión artística parece seguir esa máxima del "arte como sufrimiento" que, aunque no comparto, no deja de ser realista para muchas personas. Muy cuidada a nivel técnico (es de Starz, quien haya visto series del canal sabe que suele cuidar sus series en ese sentido) ya desde el opening (las partes con la arena roja me resultan muy satisfactorias) y con actuaciones redondas. Bella y detallista, pero también cruda, oscura y turbulenta (esa relación incestuosa entre hermanos es una de las relaciones más turbias que he visto nunca). Difícil que deje indiferente.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
10 / 10
Desde la increíble obra de Darren Aronofsky Cisne Negro, en una conquista de la perfección en el ballet de la ciudad de Nueva York, el 6º arte está resurgiendo y fascina, cada vez más, a un público aficionado que aprecia las visiones realistas, incluso decadentes, del mundo de las bailarinas. Era natural que un apasionado guionista decidiera dar el paso de la televisión y producir una miniserie dramática de 8 episodios (y desgraciadamente sólo una temporada) que nos sumerge en el extraño ambiente del American Ballet Theatre de Nueva York. El resultado es asombroso: mezcla de belleza y fealdad, de gracia y deformidad, o de pureza y perversidad, "Flesh and Bone", como la obra de Aronofsky, sólo puede crear reacciones en su espectador, que o bien no soportará la violencia psicológica de los múltiples vicios de la trama o bien se verá sacudido para siempre por esta sutil y cruda mezcla de paradojas temáticas, haciendo que la distinción entre el bien y el mal sea cada vez más difícil de definir.

Moira Walley-Beckett, la creadora de la serie, se dio a conocer como coguionista de Breaking Bad y demuestra con Flesh And Bone que tampoco tiene miedo a la dirección, ya que también es productora ejecutiva de su propia serie. Ésta cuenta la historia de una joven bailarina, Claire Robbins, una joven autodestructiva con un pasado problemático, que, tras huir de su pequeña ciudad de Pittsburgh, llega a Nueva York para unirse a una famosa compañía de ballet. Tras pasar el examen de ingreso en el primer intento, la joven de talento no tarda en provocar los celos de sus compañeros y aprende que, para triunfar en la profesión, el sufrimiento del cuerpo no es el único sacrificio al que debe enfrentarse una bailarina: el amor propio y la moral también deben hacerse añicos.

A grandes rasgos, "Flesh and Bone" se parece mucho a su predecesor cinematográfico, pero consigue emanciparse, sin dificultad, permitiéndose incluso ir más lejos y con más fuerza, al haber comprendido que para hacer sentir lo más bello y en un impulso de pura sublimación, debe asociarse a la fealdad de un mundo degenerado y perfectamente insano. Así, se abordan todos los temas más incalificables (incesto, prostitución, pederastia, etc.) y es a partir de este momento cuando la reacción del espectador acepta o rechaza adherirse a la depravación, como visión fundamental y normalizada de un universo.

Además, la gran fuerza de "Flesh and Bone" reside en dos puntos que hacen aún más palpable el universo realista de las bailarinas: en primer lugar, el casting, elegido entre verdaderos profesionales de la danza, antes que actores de cine. La joven Sarah Hay (como Claire) nos regala una actuación que grita de verdad, en la explotación de un cuerpo hecho para la danza y la permanente tortura física que ello implica. Cada momento de la danza se siente como un momento divino (incluido un episodio final magistral) para el espectador, que se queda prendado de la belleza de tanto sufrimiento. Entonces, el secreto reside en la composición de una nueva partitura, a cargo de Adam Crystal (que no es Tchaikovsky), un ballet inédito que da a la serie su condición de acontecimiento, una toma de riesgo que hace que uno se sienta como si estuviera asistiendo a la creación de una obra de arte total.

"Flesh and Bone" es una serie que no se le puede dar a todo el mundo, ya que la cuerda emocional que Walley-Beckett toca sólo tiene sentido por las reacciones extremas que provoca: no hay lugar para las medias tintas. Sin embargo, la serie consigue ir más allá de la obra fantástica de Aronofsky, adoptando una visión naturalista de una escena entre bastidores, sabiendo asumir el riesgo de caer, a veces, en la vulgaridad, para llevar su tema al límite y destacar mejor la perfección de las artes escénicas.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico leyenda
PTG 111
10 / 10
Una miniserie fantástica con ocho episodios que trascienden el plano físico para alojarse en el entramado de la 'psique' humana. Se nos presentan a unos personajes tan complejos como desequilibrados, personajes consumidos por su pasado, sus deseos, su avaricia pero, más que nada, su grandeza. Unas personalidades construidas al milímetro, con tantos matices que a veces es necesario reflexionar para captarlos todos.
El argumento es sencillo pero no por ello superficial. La trama se centra completamente en el ballet como estilo de vida, el ballet como la liberación de todas las frustraciones, el ballet como salvación y el ballet como reflejo mismo de la poesía del movimiento. Esto es lo que nos regala 'Flesh and Bone', una serie en la que nada es lo que parece y todo tiene un trasfondo mucho más intenso y preciosista de lo anunciado, donde cada puntada tiene su significado pero dejando ciertas interpretaciones a cargo de los espectadores.

Todas las situaciones aparecen rodeadas por un escenario que transmite una sensación de claustrofobia brutal mediante colores fríos e impersonales, enmarcando esa sensación de opresión y tensión latente a lo largo de los episodios. Cuando eres consciente de que está pasando ya estás enganchado sin remedio, siendo partícipe del sufrimiento de los bailarines que terminan encontrando el mayor placer en su propio dolor y autodestrucción.
Fantástica, maravillosa y magistral. Simplemente.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 222
10 / 10
increible, fantastica, SUBLIME

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
8.5 / 10
Es todo tan artístico, tan metafórico. Se trata de un viaje por la complejidad y profundidad de la vida, utilizando el ballet como medio de expresión, un arte que requiere disciplina y plena dedicación, física y mental. La ironía es que todo ese proceso tan duro y pautado da lugar a la más grande de las libertades, la de sentir que tú misma eres libre. Libre de verdad.

La protagonista, Claire, tiene un pasado muy oscuro y un presente en el que lo único que le importa es llegar a lo más alto en el ballet, sin embargo, por el camino demuestra que la disciplina y la dureza no tiene por qué volverte un robot, que tus valores cuentan, y que no eres ajena al sufrimiento que hay a tu alrededor ni a las personas que pasan por tu vida.

Se puede llegar a lo más alto sin perderte a tí misma. E incluso alcanzar la mejor versión de tí.

Legendaria actuación de Sarah Hay y Ben Daniels.

Valoraciones en tu crítica:

0 10 7.8 49