Críticas de El hombre contra la abeja

Pocos actores podrían meterse en el papel de hombre que está en guerra con una abeja mientras cuida de una mansión, pero ahí tenemos a Rowan Atkinson. La serie está lejos del nivel de MrBean, aunque se nota mucho que Rowan Atkinson recurre siempre al mismo tipo de slapstick para sus series y pelis y eso hace que sea casi imposible no recordar al personaje que le dio la fama. Aun así, la verdad es que tiene sus puntos de humor y resulta agradable para pasar un buen rato sin mayores pretensiones.

Una temporada divertida, con un humor completamente absurdo; aunque los chistes escatológicos me sobran completamente porque no aportan nada extra a la serie y no resultan más ingeniosos que lo que podríamos encontrar en las peores películas de Sandler u obras similares.

Rowan Atkinson es de las pocas personas que podrían hacer que un personaje así, que se comporta de forma tan ridícula, y no de vergüenza ajena, además del gran trabajo de mantener una serie en la que la mayor parte del tiempo solo ha compartido pantalla con un perro y una abeja de CGI.

La historia por supuesto resulta bastante simplona, pero pega bien con la duración de la temporada y los capítulos, tratándose cada uno de pequeñas aventurillas en torno a Trevor tratando de dar caza a la abeja de una manera cada vez más estrafalaria.

Luego, entre ya las cosas que no están tan bien (además de los mencionados chistes escatológicos), está lo de que aunque la mayor parte de problemas son por culpa de la abeja indirectamente, las complicaciones iniciales nada tienen que ver con ella, haciendo que, si bien las cosas más graves ocurran debido a las ganas del protagonista de atrapar al insecto, este hubiera tenido varios problemas igualmente sin que esta existiera.

Ya a nivel de la historia en sí hay dos elementos problemáticos: para empezar que a media temporada Trevor tenga atrapada a la abeja en el microondas y pueda matarla y decida no hacerlo, que solo tiene sentido de cara a no acabar la historia en ese momento, porque luego vemos que sus ansias de acabar con ella lo llevan a estar dispuesto a destruir un coche, hacer una bomba o incendiar la mansión .

Y esto todavía lo puedo pasar como parte de la propia psicología del personaje, pero que al final resulte que el dueño de la casa quisiera estafar al seguro contratando ladrones para que robaran las obras de arte falsas que tiene en casa, sabiendo que en la casa hay un cuidador; simplemente no tiene el menor sentido.

En definitiva, si te gusta el humor absurdo en general y a las obras protagonizadas por Atkinson en particular, dale una oportunidad porque te lo vas a pasar genial.

Lo mejor:
Va de una abeja

Lo peor:
Rowan Atkinson me hace la misma gracia que pillar una cistitis, el Brexit lo tendríamos que haber hecho los demás cuando sacaron la de Mr. Bean

Un 4,5

El cómico Rowan Atkinson y el guionista William Davies (Johnny English) crean la miniserie cómica 'Man vs. Bee', donde Atkinson vuelve a lucirse.

Rowan Atkinson interpreta a Trevor, un personaje que recuerda a Mister Bean, pero que en esta ocasión es menos estrafalario, y más torpe. lo que le permite aumentar el número de gags de situación en los breves 10 minutos que dura cada minuto.

'Man vs. Bee' es una miniserie de poco más de una hora creada para que Rowan Atkinson pueda volver a traernos de nuevo su estilo de humor de tanto nos gusta a sus seguidores.

Rowan Atkinson vuelve a hacer lo que mejor sabe, hacernos reír con sus situaciones, y a enseñarnos no nunca debemos dejarle al cuidado de nada, ¡y menos de tu casa! (-‿◦)

Rowan Atkinson, el maestro de la comedia física y el humor absurdo, regresa con 'Man vs. Bee', una disparatada miniserie con la que el actor británico recupera algunos de los elementos que le lanzaron a la fama mundial con su mítico Mr. Bean. La serie, estructurada en episodios de apenas diez minutos cada uno, no se anda con rodeos y comienza situándonos en un juicio en el que Rowan, encarnando esta vez a un cuidador de casas llamado Trevor Bingley, es acusado por una pareja de millonarios de haber destrozado su mansión. A partir de ahí, la acción nos irá mostrando la batalla entre Trevor y una pequeña abeja de una manera que recuerda mucho a la película 'Un ratoncito duro de roer', especialmente por las consecuencias que el enfrentamiento tiene para el casoplón y por cómo el animalillo de turno —la abeja, en este caso— parece demostrar un IQ de 5000 y cierta vena maliciosa y tocapelotas que llevará al límite de su cordura a nuestro desgraciado protagonista.

Curiosamente, el hecho de saber de antemano que Trevor va a dejar un reguero de destrucción a su paso no afecta para nada al interés de la serie porque, al fin y al cabo, eso era algo esperable de un personaje interpretado por el mismo responsable de figuras tan torpes y catastróficas como Johnny English, Edmund Blackadder o el propio Mr. Bean. La trama, aun reservándose algunas sorpresas, es tan solo el vehículo para que Rowan vuelva a demostrar su infinita capacidad para crear situaciones tan absurdas como divertidas; algo que aquí además ocurre con bastante frecuencia dada la naturaleza de su peculiar adversario. No llega al nivel de genialidad de 'Mr. Bean' y a veces peca de ser demasiado tontorrona, pero, en cualquier caso, 'Man vs. Bee' sigue siendo una simpática y recomendable opción para los que busquen algo ligero y, sobre todo, para todos aquellos que echen de menos esa mágica habilidad de Rowan para arrancarnos unas risas con el simple meneíllo de sus cejas.

El Hombre contra la Abeja, o Man vs Bee, es una simpática tontería, con 9 episodios que salvo el primero (que dura 20 minutos), duran todos 10-12 minutos, lo que nos deja una serie de menos de hora y tres cuartos, lo que hizo que la viera del tirón como si fuera una película.

Así pues, como he dicho, es una simpática peli/serie en la que un hombre debe cuidar la casa de unos millonetis, con el problema de que una abeja escurridiza y molesta ronda el lugar. Al final, nos queda una especie de especial de Mr Bean, con diálogos, aunque menos peculiar y un protagonista más bobo y torpe, pero también logra de situaciones muy tontas para que te pegues unas risas, o al menos, generar un clima relajado y un rato agradable.

Una serie corta muy divertida, con un humor completamente absurdo; aunque los chistes escatológicos me sobran completamente porque no aportan nada extra a la serie y no resultan más ingeniosos que lo que podríamos encontrar en las peores películas de Sandler u obras similares.

Rowan Atkinson es de las pocas personas que podrían hacer que un personaje así, que se comporta de forma tan ridícula, y no de vergüenza ajena, además del gran trabajo de mantener una serie en la que la mayor parte del tiempo solo ha compartido pantalla con un perro y una abeja de CGI.

La historia por supuesto resulta bastante simplona, pero pega bien con la duración de la temporada y los capítulos, tratándose cada uno de pequeñas aventurillas en torno a Trevor tratando de dar caza a la abeja de una manera cada vez más estrafalaria.

Luego, entre las cosas que no están tan bien (además de los mencionados chistes escatológicos), está lo de que aunque la mayor parte de problemas son por culpa de la abeja indirectamente, las complicaciones iniciales nada tienen que ver con ella, haciendo que, si bien las cosas más graves ocurran debido a las ganas del protagonista de atrapar al insecto, este hubiera tenido varios problemas igualmente sin que esta existiera.

Ya a nivel de la historia en sí hay dos elementos problemáticos: para empezar que a media temporada Trevor tenga atrapada a la abeja en el microondas y pueda matarla y decida no hacerlo, que solo tiene sentido de cara a no acabar la historia en ese momento, porque luego vemos que sus ansias de acabar con ella lo llevan a estar dispuesto a destruir un coche, hacer una bomba o incendiar la mansión .

Y esto todavía lo puedo pasar como parte de la propia psicología del personaje, pero que al final resulte que el dueño de la casa quisiera estafar al seguro contratando ladrones para que robaran las obras de arte falsas que tiene en casa, sabiendo que en la casa hay un cuidador; simplemente no tiene el menor sentido.

En definitiva, si te gusta el humor absurdo en general y a las obras protagonizadas por Atkinson en particular, dale una oportunidad porque te lo vas a pasar genial.