Fringe

Todavía no había terminado de fundirnos el cerebro con 'Lost' cuando J.J. Abrams, junto con Alex Kurtzman y Roberto Orci, volvía a destrozarnos las neuronas con 'Fringe', la serie que recogía el testigo de 'Expediente X' para llevar la ciencia, la ficción y el misterio a nuevos y retorcidos horizontes. Ese factor misterio, protagonista de un extraño e inexplicable caso, será lo que empuje a la agente Olivia Dunham a contactar con Walter Bishop, un genio brillante —y algo chiflado— que se encuentra internado en un hospital psiquiátrico. La única manera de conseguir su colaboración es a través de su hijo Peter, un carismático vividor que, junto a su padre y a la propia Olivia, pasará a formar parte de la conocida como División Fringe, una unidad del FBI especializada en fenómenos que no pueden resolverse por medio de la ciencia convencional. Una premisa que, si bien hace que la serie se flipe demasiado en ciertas ocasiones, también le permite construir un apasionante escenario en el que cualquier cosa, por inimaginable que parezca, tiene cabida.

Así, y alternando su trama principal con episodios autoconclusivos, 'Fringe' se dedica a explorar los posibles límites de la ciencia en todos los aspectos posibles, tanto en el estrictamente práctico como en el puramente filosófico y ético. Esto último se aprecia sobre todo en el personaje de Walter, un hombre lleno de matices que se encuentra en una continua lucha contra las implicaciones de sus propias investigaciones, ya sea por las impredecibles consecuencias que estas son capaces de desencadenar en el mundo o por los daños que pueden causar en la relación con sus seres queridos. De hecho, la sinergia existente entre los protagonistas es uno de los principales puntos fuertes de la serie y, de algún modo, es también lo que la va impulsando hasta desembocar en un grandísimo final. Geniales personajes, buenas dosis de humor y muchas fumadas mentales reunidas así en este trepidante viaje que, pese a contar con algunos baches, será una experiencia única para todos aquellos dispuestos a adentrarse en los confines más insólitos de la ciencia y, con ella, en los de la propia condición humana.

La serie Fringe (también conocida como Al límite) es una serie peculiar, de ciencia ficción creada en estados unidos, por J. J. Abrams, Alex Kurtzman y Roberto Orci. Se visualizaba a través de Fox. La serie sigue a los personajes que conforman la división Fringe, compuesta por Olivia Dunham, Peter Bishop y Walter Bishop. El equipo utiliza la ciencia para resolver casos extraños, con difícil explicación.

Recomendadilla para los fans del género, a mi siempre me llamaba cuando la veía en la televisión, me recordaba un poco a ·Torchwood· pero no tan loca.

Las tres primeras temporadas fueron muy buenas, las dos últimas un poco menos... A pesar de todo, 'Fringe' me sigue pareciendo una de las series de ciencia ficción más importantes de los últimos años. Los creadores y guionistas se han mantenido coherentes y fieles a su universo. Se podría decir que cinco temporadas para una serie es una duración perfectamente decente, prueba de que toda esa buena gente había conseguido reunir a un público fiel y motivado, consciente de la riqueza de un universo visualmente bastante bello y renovando con cierto talento la cuestión de los universos paralelos y los viajes en el tiempo, sin olvidar a los personajes que, en definitiva, eran bastante entrañables y estaban bien interpretados (mención especial para el excelente John Noble). A menudo se ha comparado esta serie con Expediente X, erróneamente porque se adentra más en la fantasía y la ciencia ficción. Llamarla serie de fantasía sería reducirla sólo a ese género, ya que Fringe abarca la futurología, el tecno-thriller, la space opera y la fantasía. Esta mezcla de géneros, difícil de conciliar y de escenificar en una serie, es la fuerza y la riqueza de esta serie. La música de Giacchino acentúa el parecido entre esta serie y Lost, el compositor en ambas en el mismo. En resumen, me aficioné a Fringe casi por casualidad, y la seguí hasta el final con gran placer e interés.