La premisa es básicamente una versión de los Diez negritos de Agatha Christie, pero una versión muy moderna. Una historia así siempre me resulta atractiva, cuando hay algún asesinato y hay que averiguar quién ha sido, allá que voy yo, pero en este caso el ritmo juega bastante en su contra.

Seguimos a Darby, que nos está contando un caso que investigó, ya que en sus ratos libres se dedica a ser detective e investigar casos de asesinatos no resueltos, cuando la invitan a un retiro junto a un grupo de personas donde la mayoría tienen algo en común, son hackers o están relacionados con la tecnología de alguna manera. No sabemos cuál es el objetivo de esa reunión, sólo sabemos que está en un lugar muy lejano, de ahí que parezca el fin del mundo, y de repente alguien muere. Podría ser un hecho aislado, salvo que Darby está convencida de que se trata de un asesinato, y pronto habrá más...

Mientras vamos siguiendo al grupo en el retiro, con sus sospechas, sus teorías, y vamos haciendo las nuestras, sospechando de unos y de otros dependiendo del capítulo, vamos viendo también muchos flashbacks de Darby con alguien muy importante para ella, relacionados con ese caso que estaban investigando juntos. A priori esos flashbacks no parecen tener ninguna relación con lo que está ocurriendo o con los asesinatos, y en muchas ocasiones desesperan porque dan la sensación de puro relleno que lastra el ritmo de la serie. Pero aquí y allá nos irán dando pequeñas pinceladas que llegado el momento podremos utilizar para averiguar algunas cosas y nos daremos cuenta de que si estaban ahí, era por algo.

Es una de esas series que se cuecen a fuego lento, el ritmo llega a ser desesperante en los primeros capítulos, algunos incluso pasan de una hora y no creo que esté justificada tanta duración. Pero la verdad es que incluso cuando no pasa nada, o no pasa gran cosa, trata temas muy interesantes. Tenemos asesinos en serie, víctimas que parecen quedar en el olvido, la importancia que está cobrando la tecnología en nuestras vidas, absorbiéndonos por completo, que nos estamos cargando el mundo y llegará un momento en el que no habrá vuelta atrás, si es que no hemos alcanzado ya ese punto, la presencia de las IA, la importancia de la familia y el legado, la supremacía de los ricos...

La verdad es que es una serie que hace pensar, incluso cuando llega a hacerse bola en algunas ocasiones. Pero sobre todo invita a investigar con Darby y a sospechar de todo el mundo, aunque al final me ha resultado bastante predecible, no sólo la conclusión final y la identidad del culpable, sino también otras cosas que se van intuyendo.

Puede sorprender la nota que le he dado teniendo en cuenta que hablo incluso de aburrimiento, pero es que una vez que arranca, más o menos por la mitad de la temporada, coge mucho ritmo, y los últimos capítulos son un no parar de revelaciones y conexiones. Incluso creo que también podemos conectar con los flashbacks cuando dice "empezó por su propia mujer", justo cuando estamos viendo que Andy es bastante psicópata respecto a su hijo y que no trata demasiado bien a Lee y parece que sería capaz de matarla, justo como el asesino al que estaban investigando. Imagino que también por eso nos cuentan todo eso.

En definitiva, es una buena serie, son sólo siete capítulos, aunque son muy largos, y ahí está el principal problema, se hacen un poco cuesta arriba. Pero si te gustan las series de misterio y de resolver asesinatos, con un toque moderno con hackers y mucha tecnología, seguramente te gustará. Además tiene un buen reparto, encabezado por Emma Corrin y acompañada por Harris Dickinson, Clive Owen o Alice Braga, entre otros, sin olvidar a Brit Marling, co-creadora de la serie, productora y directora de alguno de los capítulos.