Crítica de White Reindeer por JPQP

Por la manera en que me vendieron la película, esperaba que fuera a ser una soberana mierda, y me ha acabado gustando mucho.

Realmente pensaba que sería una de las centenares de romcoms navideñas y lo cierto es que en realidad se trata de un drama, con algunos toques de comedia negra.

El evento trágico que menciona la sinopsis y que es el que pondrá en marcha la trama acaba resultando más un McGuffin, pero da lugar a una evolución interesante del personaje en estas fases del luto que pasa, tal vez dando lugar a momentos que, aunque resultan realistas para alguien que pasa por algo así, a nivel narrativo parece dar lugar a pequeñas aventurillas sin demasiado nexo aparte de la protagonista.

Al final lo que mejor funciona son los vínculos interpersonales de la protagonista, tanto con gente que conocía de antes, como con gente a la que acaba de conocer, especialmente con la amante de su marido .

El film también cuenta con un cierto aderezo picante, que de hecho es uno de los atributos con los que me vendieron el mismo, y está bien, no resulta nada del otro mundo, pero tampoco lo siento gratuito como en otras obras.

La mayor pega sin lugar a dudas es una extraña elección de fotografía de hacer unos flashes blancos como visualización dramática de lo que siente la protagonista, lo que da lugar a una luz estroboscópica que me parece que puede ser peligrosa para quien pueda sufrir crisis epilépticas.

En definitiva, era una película con la que venía con expectativas bajísimas y tal vez eso me ha hecho darle la nota que le he dado, pero incluso sin dichas expectativas previas, es agradable encontrar una obra navideña que no pretenda ser una comedia sobre el espíritu navideño más, sino tocar ese tema pero desde un prisma más dramático y, por qué no decirlo, realista.

Aunque ciertos elementos no acaban de cerrarse bien y tendrían que haber sido pulidos un poco más para acabar de hacer la trama redonda.

Es una obra interesante si quieres ver algo relacionado a la Navidad pero no más de lo mismo de siempre, aunque es cierto que si la ves con los ánimos algo bajos te puede acabar de deprimir aunque su final sea esperanzador.

Eso sí, no puedo recomendarla para cualquiera sensible a las luces porque de verdad que el montaje de ciertas escenas me parece algo que puede ser hasta peligroso.