Crítica de Vidas pasadas por El9Pasajero

Vamos a hablar de extraños en un bar a las cuatro de la mañana, mira que hay gente aburrida,,,,
Para abrir nuevos horizontes hay que renunciar a algo, o a alguien . Tu pasado, parte de tu experiencia y el tronco al que te has estado aferrando para crecer feliz. Y lo que dejarás atrás es un cruce de caminos al que no sabes si volverás a transitar. Pero si nos cambiamos los nombres será más fácil romper ese arraigo, y empezar el largo viaje del deterioro.
Esta es la historia de una niña koreana que tiene que inmigrar por autocrecimiento de sus progenitores, porque hay que progresar. Su opinión, irrelevante, como todo lomque abandonará. Colegio, amistades y algún exnoviete de azucar.
Transcurridos diez años siente curiosidad por ese chico y descubre que ha contactado con su padre para saber de ella.
Internet a abierto muchas ventanas al pasado. Pero sin saber dónde está la puerta para volver a conectar con esa emoción de antaño, cuando la inocencia era nuestra mejor aliada.
Con los años el amor sigue vivo, aún fresco , recuperaremos esa sonrisa inocente de recreo, la ilusión por continuar escribiendo las páginas de una historia incompleta. Recuperaremos nuestro yo perdido.
Pero las relaciones a distancia son muy complejas y costará mantener la intensidad que necesita una relación y se enfriará. Pero el presente continúa su relato y hay que seguir viviendo, amando.
Y tras una hora de visionado, ya estoy más aburrido y plano que una ostra Edulis, se me está haciendo plomiza esta historia de relaciones imposibles, le veo venir el final, y no va a mejorar lo visto.
Las relaciones tan frágiles o sensibles les cuesta horrores poner las cartas sobre la mesa, y así les va.
Lo importante será no repetir errores del pasado, pero al perder las raíces uno se despista y vuelve a coger el mismo camino.
Y volvemos a la imagen inicial, un bar, tres personajes y un desenlace.
Esperando que alguien haya aprendido la lección, tu decides.