Crítica de Uncharted por MrPenguin

No esperaba mucho del enésimo intento de llevar un videojuego a la gran pantalla y por eso me ha sorprendido tan positivamente 'Uncharted', la adaptación de la exitosa saga de Naughty Dog que consigue rescatar esa esencia del cine clásico de cazatesoros de títulos como 'Indiana Jones', 'Tras el corazón verde' o la más reciente 'National Treasure'. La película, que inicialmente iba a adaptar el primer juego de la franquicia, acabó sufriendo varios cambios hasta acabar convertida en una precuela del universo de Uncharted, siguiendo así los primeros pasos de un joven Nathan Drake y su compañero Victor "Sully" Sullivan, quienes se embarcarán en una peligrosa búsqueda para encontrar el supuesto tesoro escondido por la tripulación de Magallanes y Elcano. La fidelidad con los juegos es por tanto mínima y se limita a tomar elementos de varios de ellos, aunque el resultado final funciona lo suficientemente bien como para que no parezca un revoltijo de ideas mal encajadas.

Los protagonistas tampoco guardan demasiadas similitudes con sus homólogos virtuales, especialmente un Tom Holland al que su juventud le pesa bastante a la hora de encarnar al Nathan que los jugadores conocemos (Nathan Fillion, quien ya participó en un fanfilm de Uncharted, habría sido perfecto), pero su buena química con Mark Wahlberg (Sully) logra dotar de carisma al personaje y aportar un extra de dinamismo a una película que ya de por sí es un no parar de principio a fin. En ese sentido destacan sus espectaculares secuencias de acción —dosificadas pero flipantes— y unos acertijos cuya resolución, pese a ser más sencilla de lo que debería, resulta tan intrigante como entretenida. Quizás le falte ese algo especial que la convierta en un icono generacional del cine de aventuras como 'La momia', 'Piratas del Caribe' o la propia saga de Indiana Jones, pero lo cierto es que 'Uncharted' cumple de sobra como evasión palomitera y se sitúa como un disfrutable exponente dentro de un género en el que, como si de una búsqueda del tesoro se tratase, cada vez cuesta más encontrar producciones de calidad.