Crítica de The Old Man & the Gun por El9Pasajero

The old man and the gun o La banda de los carrozas es supuestamente la última película del ya veterano Robert Redford, lástima acabar una carrera así.
Le acompañarán en la despedida Sissy Spacek como la damisela en apuros a la espera de un octogenario Príncipe de Beckelar que le dé una buena jubilación, Danny Glover y Tom Waitts como sus compis de quijotadas y el hermano bueno de los Affleck, Casey jugando al gato y al ratón con nuestro querido abuelete Redford.
Se basa en una historia real, pero creo que un pelín por no decir muy fantasiosa al servicio de una pretensión muy clara, no es una historia de malos, ni de buenos y tampoco pretende ser moralista, solo es un canto a la vida y a disfrutarla sintiéndote realizado. Y si es haciendo de Robin Hood moderno con una sonrisa en los labios, mejor.
Y en eso Redford tiene un doctorado. Además de ser siempre un abanderado de las causas justas.
La música es deliciosa y nos acompañará una banda de jazz suavecito, como si de un paseo por las nubes con Miss Daisy se tratase.
Actor y ladrón son gente que estudia el método, fundamental para seguir bien los pasos y no perderte. Pero por desgracia el director no piensa lo mismo.
Y casualidses de la vida, en su último trabajito coincidirán gato y ratones para hacer un cocktail a medida y de eso peca esta obra, que todo cumple un plan concebido a medida para nuestro antihéroe y se le nota en demasia la intención del homenaje poniéndolo todo en bandeja sin importar darle credibilidad al relato. Y se le ven las costuras.
Muchas de ellas salen de antiguos personajes del actor, como si hubiésemos mezclado las dos historias.
El hombre que susurraba a los caballos y quería jubilarse con Carrie, y sus conocimientos en cuatrerias en sus queridos Sundance Kid, Johnny Hooker o Henry Brubaker por nombrar a los más conocidos se unirán a Forrest Tucker para darle cierre a esta colosal carrera. La pena es que se haya quedado en una obra menor.
Y quien es Dorothy? Volvió del país de las maravillas siendo una chivata?? Entiendo que es un personaje vital para encauzar la historia, pero una carta al azar no tiene que ser el tendón de aquiles del relato.
En definitiva, se nos queda una historia excesivamente simple para lo pretendido y para darle un último aplauso a esta estrella americana.
La vida no está hecha para ganársela, está hecha para vivirla.