Crítica de Los Juegos del Hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes por Obscuritas

Es evidente que no es Los juegos del hambre, hay que ir a ver esta película teniendo eso muy claro, porque se nota.

Nos cuentan la historia de Coriolanus Snow antes de ser el presidente que conocemos de las otras películas, diría que su ascenso pero en realidad sólo es el comienzo, un comienzo que se hace un poco largo. No la película como tal, que no se me hizo larga, pero sí siento que para todo lo que nos podrían haber contado se quedan un poco escasos. Apenas mencionan los comienzos de los juegos, pensaba que veríamos más de eso, de los orígenes, su creación, la rebelión, incluso el distrito 13, pero se centra demasiado en Snow, que no deja de ser el protagonista, y sobre todo en una historia que no deja de ser una versión más de Romeo y Julieta y que le resta puntos.

Tal vez sea porque no aguanto a Rachel Zegler, porque ya hizo otra historia muy similar en West side story, o porque no me creo la química entre los dos, aparte de que las canciones terminan resultando muy cargantes. A mí me encantan los musicales, pero no voy a ver esta película como un musical, y una cosa es que Lucy sea artista y otra que nos conviertan la película en un musical, resulta pesada. En el lado contrario, por suerte, Tom Blyth hace un gran trabajo, se carga la película a la espalda y brilla en pantalla como el protagonista.

Sé que es la adaptación de un libro, y que al menos de momento no hay más, pero me gustaría ver una continuación, aún quedan muchos años que nos podrían contar hasta esa edición 74 de los juegos.