Crítica de Sirāt por CrisCristii

Redactada: 2025-09-20
“Aquí solo hay polvo”.
En medio del desierto de Marruecos, Luis busca desesperadamente a su hija, lo acompañan su otro hijo y su perro Pipa, y lejos de amilanarse, se aferra a la esperanza y no se rinde.
Una frase al comienzo de la película nos recuerda que “Sirat” es un puente muy estrecho y afilado que une el infierno y el paraíso. Esta apreciación me llevó a asimilar este puente como una alegoría de la vida, pues, en sentido inverso al camino que recorrió Dante, caminamos, ciegos y sordos, por senderos arduos, atravesamos desiertos desolados e inhabitables tratando de encontrar un oasis, un espejismo en el que, por unos instantes, alcancemos la plenitud, animándonos a seguir arrastrándonos hacia un paraíso que siempre parece inalcanzable, y es que, para la mayoría, cada vez que avanzamos unos metros, un viento nos azota y nos obliga a retroceder.
Sólo hay que volver a intentarlo, quizás esta vez llegue más alto -nos decimos una y otra vez para no desistir.

El director, a través de esta metáfora, parece querer proponernos una especie de discurso “Mr. Wonderful”, en el que muestra que el hombre es capaz de levantarse y continuar aún en las peores circunstancias posibles.

Pero no es verdad, no somos robots de acero a los que se pueda tirar piedras, herir, quebrar, y que, de manera automática, sigan funcionando. El ser humano se rompe, tiene que parar, no puede superarlo todo, hay heridas que no curan, que se arrastran, que nos acompañan como una sombra y nos encorvan.
Los cientos de miles de personas que viven en países atravesados por conflictos armados no continúan avanzando hacia adelante, muchas están perdidas, atrapadas, dando vueltas en círculos sin salida, porque su camino no conduce al paraíso, ni a ningún oasis, ni al consuelo.

Curioso también que la película, financiada por el gobierno de Marruecos (guiño, guiño), y estando ambientada cerca de Mauritania, no haga ni una sola referencia al conflicto que se vive en el Sáhara. En su lugar, prefiere hablar de una hipotética III Guerra Mundial, como si no fuera cierto que la región está plagada de minas antipersona y marcada por décadas de lucha y abandono.
Quizás ha llegado el momento de que España deje de lavarse las manos y asuma, de una vez por todas, su responsabilidad histórica en todo lo que concierne a este territorio. Pero claro, ¿a quién le importan las más de 600.000 personas que sobreviven en un absoluto abandono?.

Solo me queda concluir pidiendo que se le retire, de forma violenta incluso, la cámara a cualquier hombre blanco sin conciencia de clase.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Fotografía
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Dirección
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Valoraciones en tu crítica:

Comentarios

PTG 111
Comentario de Sandris hace 5 horas
Dios, me quedaría a vivir en esta crítica toda mi vida con almohada y todo! Que viva mi revolucionaria favorita que siempre da voz a los que se la intentaron quitar y que viva el pueblo saharahui, porque existen. Le pese a quién le pese ♡.
PTG 333
Comentario de CrisCristii hace 4 horas
@Sandris

Siempre me dices unas cosas tan bonitas que me haces feliz :)
Aquí solo vivimos por la revolución!
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