Crítica de Melodía asesina por gjulo

Os acordáis cuando si a medianoche repetías, tres veces delante de un espejo, Pitbull salía y te hacía un remix. Pues seguro que muchos de vosotros os hubiera emocionado más que esta película vistas las críticas. Por norma general, con las películas japonesas de miedo me pasa como con los tiburones, me suelen gustar por muy malas que sean. Y esta película a pesar de que Shimizu Takashi ha perdido un poco el norte en los últimos años, y sus obras han sufrido un bajón de calidad desde ”Howling Village”, aun así él sigue creyendo en lo que hace. Es una pena que los días de las grandes películas de terror del bueno, se estén haciendo viejos. Afortunadamente, a finales de 2023, Shimizu abandonó por fin las aldeas encantadas y los temas que probablemente eran demasiado complejos para él y volvió a lo básico con está “Melodía Asesina” . La versión casette de la cinta de vídeo. Samara, que ya se podía estar quieta un ratito e ir a lavarse el pelo, antes de hacer su curso de espeleología, escuchaba a una cantante y como su maldición se extiende como las plagas… pues aquí tenemos la canción maldita que afecta a la boyband de turno y a cualquiera que la escuche y la tararee. La canción no da miedo para tener una maldición sobre ella y las escenas absurdas se reproducen sin cesar, como las canciones de reggaeton, eso si que da miedo. Por otro lado, si las fans que siguen al grupo son como las de Justin Bieber, pues yo si fuera Sana me lo pensaría muy mucho antes de tocarle algún pelo a la banda está de K-Pop.
No es una obra maestra, pero es claramente una vuelta a lo que Shimizu hace mejor. Una trama sencilla, una simple maldición, una investigación, unos cuantos momentos clásicos pero bien trabajados, y una película hiper efectiva que, además, tiene la amabilidad de no durar 2 horas como los anteriores trabajos de Shimizu. Sí, la diferencia entre 2 horas y 1 hora y 42 minutos parece pequeña, pero se nota enseguida, sobre todo cuando por un lado es buena y justificada, y por otro demasiado larga y complicada para nada. Minna no Uta es exactamente lo que podíamos esperar de Shimizu hace 10 años, y sólo por eso ya es un placer verla.
En el origen de todo ello se encuentra una verdadera leyenda urbana, bastante desconocida en Japón hoy en día, de una voz presente en una grabación de audio en un antiguo concierto de los años setenta. Shimizu toma esta pequeña historieta y construye su película en torno a ella. Aquí hay muy pocos jumpscares, lo que hay es más bien una atmósfera de combustión lenta que se va apoderando de nosotros poco a poco, haciéndonos dudar y sentirnos inquietos.
Durante 1 hora y 42 minutos, no hay nada que sorprenda realmente al espectador, y menos aún al espectador que ha devorado un poco todo lo que se ha hecho en el género en los últimos veinte o incluso treinta años. “Melodía Asesina” es clásica en todos los sentidos, desde sus apariciones espectrales, sus giros, su estructura argumental, su investigación, su inevitable flashback para explicarlo todo, e incluso su final.