Redactada: 2020-05-24
La presencia de Jack el Destripador siempre es atractiva, así como el Londres de su época, aunque lo veamos poco porque sólo está ahí para darle contexto a la película. Y aun así, no deja de ser un secundario, ya que el verdadero protagonista es H. G. Wells en su aventura por el San Francisco de finales de los años 70. Esa aventura y el propio Wells resultan enternecedores y divertidos, por eso se perdona que el asesino quede en un segundo plano, incluso deja de importar durante parte de la película.

De no haber visto que era él, jamás habría reconocido a Malcolm Mcdowell, aunque sí a una jovencísima Mary Steenburgen, que se convierte en buena acompañante pero no llega a la altura del protagonista y su exquisito acento británico (cuánto me alegro de haberla visto en vose).

Ya decía yo que cómo podía ser que, habiendo viajado al sábado en el futuro, la hubieran matado el viernes. Menos mal que tiene explicación y además lógica, no dejaba de pensar en ello xD.

Eso sí, los efectos son los que se pueden esperar de una película de 1979, aunque he de decir que he visto películas y series más modernas con efectos peores. A esta al menos se le puede perdonar.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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