Redactada: 2025-05-12
No sé qué he visto, pero no me importaría volver a verlo. Una descomunal bizarrada. Me la he tomado como una especie de parodia-homenaje a los héroes de acción de los 80 como MacGyver o el tipo de El Coche Fantástico, que eran prácticamente superhombres que lo hacían todo bien, salvaban al mundo en cada capítulo y se llevaban a la chica. Buckaroo Banzai es un despiporre, sinceramente, una especie de James Bond de la ciencia ficción que es neurocirujano, piloto de coches, estrella del rock y científico con su propio instituto de investigación todo al mismo tiempo y junto a sus fieles compañeros The Hong Kong Cavaliers, que son una mezcla entre el Equipo A y una especie de boy band. Tomársela en serio debería estar penado. Con estos nombres y estas características... es que vamos a ver, ¡que se llama Buckaroo Banzai!

La película es un sinsentido que tiene de todo: algo de Star Wars (con sus créditos iniciales), del They Live! de John Carpenter, de Regreso al Futuro... A Peter Weller, John Lithgow haciendo de científico loco extraterrestre (qué bien se le dan estos papeles), Jeff Goldbum vestido de cowboy de Las Vegas... Hasta a Christopher Lloyd (aunque se te pueda pasar por alto porque casi siempre sale en forma alienígena). Ellen Barkin hace de interés amoroso típico de los 80, una mujer que pasa la mitad de la peli con un vestido rosa de flecos y la otra mitad mostrando sus atributos femeninos porque ya se sabe, en este tipo de historias o eras el ligue o eras la secretaria. Hay muchas cosas más, como muchos extraterrestres que se llaman John, algunos son rastafaris vestidos con trajes de música disco, que se remiten a la Guerra de los Mundos de Orson Welles... y ah, me olvidaba de decir que Buckaroo Banzai and The Hong Kong Cavaliers también tienen su propia serie de cómics. ¡Porque son así de guays! ¡Los tíos más guays de todo el planeta!

A veces uno solo quiere hacer una película sobre un superhombre científico que lo hace todo bien y consigue atravesar la barrera de la materia con su coche de carreras al más puro estilo Top Gear descubriendo así que existen letroides rojos malvados del Planeta 10 de la Octava Dimensión viviendo en la Tierra que quieren volver a su planeta pero los letroides buenos negros ayudarán a Buckaroo y sus amigos mientras el gobierno no se entera de mucho y solo sabe seguir la estela de lo que le dice Banzai, que siempre tiene la razón. La parte difícil es que te la financien. Supongo que es algo que solo podía haber nacido en los 80, cuando igual había más aventuras de este tipo y no tanto miedo al ridículo en los estudios cinematográficos. O simplemente un montón de gente consumiendo cocaína al mismo tiempo a la que le pareció bien dar el visto bueno a este híbrido pulp inclasificable. Y menos mal.

Si eres una persona muy lógica que solo sabe disfrutar del "cine bueno" es que ni te plantees verla, o hazlo, pero apagando el interruptor de la racionalidad. Buckaroo Banzai no tiene miedo al éxito ni al fracaso, va a lo suyo, es ridícula y divertidísima, con un argumento que nunca se para a explicarte nada, simplemente pasan cosas todo el rato y ya está. Por qué pasan las cosas que pasan, por qué pasan cómo pasan, por qué los personajes son cómo son. Y yo que sé. Película que no solo es extraña, es que es directamente demencial y va montada en su humor absurdo de principio a final. ¿Y esos créditos finales? Simplemente de culto. Originalidad sin cortapisas. Respect.
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