Crítica de Jiu Jitsu por MrPenguin

Nicolas Cage peleando a puño descubierto contra el primo segundo de Predator para salvar nuestro planeta. No necesitaba leer más de la sinopsis para saber que me iba a comer una castaña pilonga y así ha acabado siendo. Lo curioso es que Nicolas tiene un papel bastante más secundario de lo que podría parecer y aquí simplemente adopta el rol de Wylie, un maestro de Jiu Jitsu que ayudará al resto de personajes a derrotar a Brax, un invasor de una especie alienígena que, cada cierto tiempo, visita la Tierra para enfrentarse a una antigua orden de expertos en Jiu Jitsu y así determinar quién se queda con el planeta. ¿Que por qué no nos someten con su tecnología superior y sus avanzadísimas armas? Pues vete tú a saber, será que estos bichos son honorables y les gusta pelear, pero también te digo que así pocos planetas van a conquistar.

El caso es que el perpretador de este sólido argumento, el director Dimitri Logothetis, ya debía de tener asumido que el guion no era gran cosa porque decidió depositar casi todo el peso del film en unas escenas de acción dolorosamente mal ejecutadas, con un continuo abuso del slow motion, muchos primeros planos que no vienen a cuento, un traqueteo constante de la cámara y eternas peleas que se alargan tanto que nos demuestran que no había nadie asesorando al tal Dimitri para decirle cuándo debía parar (en realidad debió parar ANTES de empezar el rodaje de la peli, pero ya es tarde para eso). Mucho intercambio de piñazos que, sin embargo, no consigue aportar dinamismo a una historia en la que no se salvan ni los efectos especiales (el que hace de Brax parece que lleve literalmente un disfraz de Predator comprado en el todo a 1€) y cuyo único mérito es el de añadir otro título más a la extensa lista de despropósitos en la carrera de Nicolas Cage. Tan mala como parece e incluso un poco más.