Crítica de El terror no tiene forma por jdmorris
The blob. El terror no tiene forma (1988), de Chuck Russell (Pesadilla en Elm Street 3, La máscara), que escribe también el guion, junto a Frank Darabont (Cadena perpetua, La milla verde, The walking dead), de este remake de la de 1958, The Blob (La masa devoradora), protagonizada por Steve Mc Queen, y que sí tuvo una secuela, aunque tardía. De la que hablamos hoy, a pesar de que queda abierta la posibilidad al final, no llegó a materializarse ninguna.
Por aquí desfilan caras como las de Steve Dillon (John Densmore, el batería en The Doors, de Oliver Stone), Shawnee Smith (que había participado en Águila de Acero junto a Louis Gossett Jr. y que más tarde se convertiría en la imprescindible Amanda Young de la saga Saw), Jeffrey DeMunn (habitual en las pelis de Darabont), Erika Eleniak (la lujuriosa fugaz de la peli, antes de irse a vigilar la costa), Paul McCrane (RoboCop) o Joe Seneca (Willie Brown en Cruce de Caminos, junto a Ralph Macchio y Steve Vai, y que también protagonizó un capítulo de aquella mágica serie de la época, que fue Cuentos Asombrosos, y que me ha venido a la mente gracias a él).
Puro divertimento con sabor añejo para la película con más espíritu Halloween en lo que llevamos de desafío.
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