Redactada: 2018-05-01
Al igual que con Bud Spencer y Terence Hill, ponerse ante una de esas películas que vimos cuando éramos niños y que tantas sonrisas nos sacaron, está entre la heroicidad y el agradecimiento. Tal vez lo mejor sea evitar revisarlas y dejar que la memoria sea su único juez, pero en ocasiones uno no puede evitar ser víctima de la nostalgia y cae en la trampa de refrescar las imágenes mentales Y normalmente lo que encuentras es que los chistes no eran tan graciosos, las situaciones no eran tan geniales y que nosotros ya no somos los mismos. Porque ellos si siguen siendo aquellos que se convirtieron en los héroes de los que hablábamos en los recreos, ellos son ajenos al paso del tiempo por más que su imagen vista hoy pueda resultar ridícula. Al igual que al ver reportajes de Pelé, éste nos parece lento, Borg nos parece que le pegaba flojo o Corbalán manejaba el balón con torpeza, las escenas de Celentano nos pueden parecer ridículas. Sin embargo, prefiero que el niño que fui la siga guardando en su memoria junto con las risas que le produjo.
Guion
2 ✮
Banda sonora
2 ✮
Interpretación
3 ✮
Efectos
0 ✮
Ritmo
2 ✮
Entretenimiento
2 ✮
Complejidad
1 ✮
Sentimiento
0 ✮
Duracion
0 ✮
Credibilidad
1 ✮
Fotografía
0 ✮
Dirección
0 ✮

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