Crítica de El rey del barrio por Calibibi

Estamos ante casi un biopic de Pete Davidson, con muchos detalles reales de su vida y algo de ficción.
Pete es una de las estrellas del momento en el stand up Comedy, lo que aquí serían los monólogos, como si dijéramos el Dani Rovira americano para que se entienda, pero con un humor un tanto especial.

Y es que este chico tiene una historia compleja detrás, y se reflejan en el personaje.
Es realmente de Staten Island, su padre fue un bombero real que murió en el 11-S, y la peli le homenajea, y desde entonces padece estrés postraumático (aunque de aquí ha sacado el humor particular que le ha dado fama), amén de otros trastornos psicológicos y enfermedad de Crohn, problemas de drogas y escarceos amorosos con lo más granado de las celebrities americanas.

Más que una comedia es una película simpática, que tira de humor negro e ironía, y si no te va esto mejor no lo intentes.
Aunque esa sea su intención no te hará reír, pero puede que si sonreír. Porque su fuerte está en las relaciones sociales y familiares de una persona tóxica con su entorno, que lo más fácil sería mandar a tomar viento, pero que acaba por dar pena y le coges algo de cariño.

Además tenemos una acertada banda sonora y una como siempre descomunal Marisa Tomei.

No creo que sea para recomendar, ni para volver a ver, pero la experiencia ha sido algo más entretenida de lo que esperaba.
Eso si, la cercanía entre realidad y ficción me ha dejado clarísimo que el verdadero Pete necesita ayuda, y es que igual que con el colesterol, con las enfermedades mentales es mejor poca broma