Crítica de El hobbit: La desolación de Smaug por DanielGL

El hobbit: La desolación de Smaug, o la historia del pobre Bilbo al que Peter Jackson le deja hacer un viaje de ida pero todavía no de vuelta porque las trilogías hay que completarlas, y esto lo dice el que con 13 años su tío no le dejó leer "El señor de los anillos", así que ese verano después de salir de noche con los amig@s cogía el libro y se lo leía hasta que empezaba a clarear que lo dejaba de nuevo en la biblioteca de su tío, y que le gustó tanto que ese verano se lo leyó tres veces arriesgándose a una regañina si lo pillaban con las manos en la masa o mejor dicho en el libro, posteriormente pero ya públicamente me leí "El Silmarillion" y después "El Hobbit", es decir que aunque no sea para nada un experto mi amor por la Tierra Media y el Tolkienverso en general ha sido y es grande, pero sigo pensando que esta película era innecesaria teniendo tanto material del que podían haber hecho películas... pero bueno dicho esto lo cierto es que el filme me entretuvo aunque me gustó ligeramente menos que el anterior.
Y sí, no niego que tiene un reparto de categoría con John Watson... ejem... Martin Freeman como Bilbo, Ian McKellen como Gandalf o Ian McKellen es Gandalf (no lo tengo muy claro... XD), Sherlock Hol... ejem... Benedict Cumberbatch como Smaug y Sauron, Evangeline (si le miras a los ojos eres totalmente suyo como en el relato "Ojos Verdes" de Bécquer) Lilly como Tauriel, si hasta sale mi Legolas Hojaverde es decir Orlando Bloom, y sí, tampoco niego que visualmente es espectacular, pero lo cierto es que a mi se me hizo un poco hizo larga, y salí del cine pensando ¿Cuánto del libro se han dejado fuera para la tercera película? ¿5 páginas? Y una vez en casa lo comprobé y sí efectivamente 5 páginas... pero eso será otra historia para otro día cuando Bilbo pueda finalmente volver a Bolsón cerrado...