Redactada: 2025-03-01
Si algo hay que reconocerle a Denis Villeneuve es que tiene una visión cinematográfica impecable. Cada plano de Dune: Parte Dos está cuidadosamente diseñado, la escala es apabullante y hay escenas que parecen cuadros en movimiento. Visualmente, es impresionante. Y sonoramente también: Hans Zimmer sigue en su línea de hacer que todo retumbe en el pecho como si el mismísimo desierto estuviera rugiendo.

El problema es que esta película, al igual que la primera, es fría como el hielo. Su seriedad aplastante hace que parezca que estamos ante una experiencia espiritual más que ante una historia con personajes de carne y hueso. Es ciencia ficción elevada, pero sin una pizca de sentido de la aventura o de conexión emocional. No hay un solo momento que invite al espectador a relajarse o a disfrutar de la historia de una forma más orgánica. Todo es solemnidad, todo es destino, todo es épico hasta la exageración.

Las secuencias de acción, eso sí, son espectaculares. Cuando Dune: Parte Dos se decide a meter velocidad, lo hace con imágenes impactantes y una escala que pocas películas actuales pueden igualar. Pero la trama, en cuanto toca terrenos más políticos y religiosos, se vuelve densa y requiere que el espectador se acomode para otro buen rato de exposición. Si en la primera película eso ralentizaba el ritmo, aquí no llega a hundirla, pero sigue pesando lo suyo.

Timothée Chalamet funciona cuando está en modo atormentado, pero cuesta creerse su evolución. Hay un punto en el que su interpretación deja de ser convincente y parece que está sobreactuando. A Zendaya le dan más cosas que hacer que en la primera parte, pero sigue pareciendo que su personaje es más importante en teoría que en la práctica. Y luego está Austin Butler… su actuación es tan extraña y exagerada que resulta más risible que amenazante. Además, hay decisiones visuales en torno a su personaje y su planeta que son, como mínimo, cuestionables.

Villeneuve sigue fiel a su visión, y para quienes disfruten de su manera de contar historias, Dune: Parte Dos será un festín. Pero para quienes busquen algo más que una obra maestra visual y sonora, la falta de emoción y de conexión con los personajes sigue siendo un problema.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Fotografía
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Dirección
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