Crítica de Conan, el bárbaro por Motxo

Típica película de los 80, con un Chuache que se haya en su apogeo.

Es una película de aventuras de la época y hay que intentar contextualizarla con los ojos de aquellos años, aunque a veces es difícil. Yo creo que es una peli entretenida con muchos puntos positivos, y alguno no tanto por aquello de la evolución en los filmes.

Conan y Chuache, Chuache y Conan. El uno para el otro (sin entrar a valorar las escenas de peleas, lo haré luego), creo que el uno está hecho para el otro y me apoyo en las escenas de las poses con la espada. En esas escenas te lo crees por completo.

La música para mí ha sido al principio como cutre, intentando entenderla desde esos años, pero a medida que avanzaba, me he dado cuenta que marca el ritmo de la película, la acompaña el 90% del tiempo, y cuándo ésta le imprime ritmo, la peli tiene acción, y cunado hay que mantener cierta calma, la música sosega al espectador. Además al ser de años atrás, a oídos actuales parece que te mete aún más en la película.

A los efectos sí que le pesan los años, pero a pesar de ellos, las escenas con esos anticuados efectos mantienen la tensión necesaria para no despegar los ojos de la pantalla, algo muy loable a día de hoy sobretodo.

Lo que más le pesa pueden ser las escenas de acción. A día de hoy estamos acostumbrados a escenas muy rápidas, dinámicas, unas coreografías muy elaboradas, en cambio en la película lo habitual es estar estático, con movimientos marcados y lentos.

Las trampas del final se nota que no las elaboraron demasiado, mucho palo mal puesto en la tierra, sólo se salva una, la que realmente mata a uno de los malos .

Por último destacar dos escenas. Primero, nada más empezar cuándo le cortan la cabeza a su madre mientras el le agarraba la mano. Y segundo, la importancia que le dan a no ser un analfabeto, sobretodo en un tiempo (en el que se basa la película) en el que era el pan de cada día. Sólo los más afortunados y pudientes podían permitirse esas ventajas.

En resumen, una película de aventuras más que de acción (por lo estático más que nada), que es muy entretenida, sobretodo para los que nacimos en la década de los 80-90.