Crítica de Chocolat por Nuemiel

He de confesar que tengo cierta debilidad por las películas que empiezan con un "érase una vez", y así sucede en Chocolat. Esta película, sencilla y humilde, narra a modo de cuento una fábula basada en la novela de Joanne Harris.

El director Lasse Hallström apuesta por las metáforas y combina en Chocolat una apetecible ambientación con aromas de cuentos de hadas. Nos encontramos ante una película de placeres eternos: la comida, el chocolate, los bailes, un beso, sexo, el amor tardío... También habla de valorar la personalidad de cada uno, superar los complejos, prejuicios, intolerancia y la oposición al "pensamiento individual"... En definitiva, sentirse libre y ser uno mismo. Si te apetece un capricho te lo compras, si te gusta algo poco común disfruta de ello... Busca tu sabor favorito y disfruta de él.

Una historia narrada con mucha agilidad, con diálogos impecables y personajes realmente complicados. Las interpretaciones son estupendas, con una excepcional Juliette Binoche como hada de varita mágica chocolatera.

También destacan Judi Dench, Carrie-Anee Moss y, por supuesto, Johnny Deep, aunque en esta película su peculiar encanto pasa algo desapercibido porque Binoche se merienda al gitano con patatas fritas (y chocolate). Y tenemos como "lobo feroz" a Alfred Molina y las gentes reprimidas del pequeño pueblo francés.

Los personajes más consistentes son los niños. Aquel que se encuentra entre el distanciamiento de madre y abuela; y la hija de la chocolatera, atrapada entre el viaje continuo y la necesidad de sentirse parte de algún lugar. Precisamente es Anouk la pizca de sal en esta dulce historia. Resulta curioso que la pócima del chocolate, tan efectiva para los demás, no sea útil con la niña, la cual está cansada de moverse de pueblo en pueblo, obligada a vivir bajo el mandato del viento.

Por último, la música de Rachel Portman es melancólica y cercana. Sabe captar la naturaleza de los paisajes rurales, complementando cada escena de la película.

Un exquisito cuento servido en forma de delicioso bombón. Al igual que en el chocolate, todo en la película está en su justa medida para no resultar lenta, empalagosa ni cansar al espectador, ¡todo lo contrario!

Saludos ;)