Redactada: 2024-03-10
La experiencia es un grado, para todo.

Karl ha perdido a su mujer, ha fallecido y se encuentra junto a su cuerpo en una sala de necropsia. No sabe que hacer, nunca ha pasado por esto. Lo suyo es la electricidad, y arreglar un fluorescente le devuelve a su zona de confort.
Pero su otro problema sigue estando ahí.

Torben perdió a su mujer, pero no la encontró nadie nunca, por eso desde entonces vuelve a menudo al tanatorio, y se despide de mujeres que pasan por allí.
La escena en la que Karl y Torben se conocen, y más aún en la que Karl descubre lo que hace realmente su nuevo amigo son tan incómodas como graciosas, pero finalmente valen para hacer de Torben el guía que Karl necesita, y consigue despedir a su mujer con su canción favorita, Ridder Lykke de Rocazino (no voy a decir que merezca morir por eso, pero diré que las hay mejores...)


Un par de escenas graciosas, tono oscuro, y buenas actuaciones protagonistas.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Dirección
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