Redactada: 2024-09-26
Segunda parte de la saga Bitelchús.

36 años después Tim Burton nos regala la segunda parte de su mítica película Bitelchús y como la primera le funcionó hace exactamente lo mismo en la segunda obteniendo el mismo resultado.

La película comienza un poco lenta, y al igual que la primera, quizás, hacia la mitad, te empieces a sentir un poco aburrido y es entonces cuando todo se vuelve disparatado y comienza lo emocionante para acabar en un final desternillante y digno de tremenda saga.

Tengo que admitir que me he divertido muchísimo viéndola, las carcajadas en el cine eran reales y aquí tiene mucho que ver el propio Bitelchús y sus funcionarios, en especial Bob, el mejor personaje de la película. Puedo vaticinar que este Halloween va a estar lleno de Bobs y es que este personaje sin abrir la boca, por razones obvias, consigue sacarte varias carcajadas solo con la expresión de su cara, un 10.

Como ya he dicho Tim Burton vuelve a hacer exactamente lo mismo, la historia se desarrolla más o menos igual, los escenarios son los mismos, los personajes también, todos y cada uno, el universo es el mismo, incluso se sirve de los mismos recursos para sus monstruos con los efectos mecánicos que ya contaban para que todo genere las mismas sensaciones. Los maquillajes, prótesis y caracterizaciones también se realizan igual, no queremos realismo queremos eso que teníamos entonces, queremos pirañas animadas no realistas, incluso las luces y destellos, es como si no hubiese pasado el tiempo.

En cuanto al personaje de Mónica Bellucci, una especie de mezcla entre Morticia Addams y Sally de Pesadilla antes de Navidad siniestra, estoy de acuerdo en que es bastante suprimible de la película, no aporta nada a la trama, no genera ninguna inestabilidad en ningún personaje salvo en Bitelchús y tampoco es que se agobie mucho, solo sirve para justificar una nueva boda entre este y Lidia pero para poco más. Pero bueno, ella lo hace genial y Tim Burton está enamorado y eso siempre es bonito.

Y si hablo de banda sonora y Tim Burton ¿quién vamos a suponer que está al mando? Pues claro, Danny Elfman y con él pues ya sabemos que el éxito está garantizado, en este caso con canciones de los años 70 y 80 con lo que nada tengo que objetar, solo que estaba segura de que íbamos a escuchar el Tali mi banana pero jamás en un coro de niños en un funeral, demencial.

Resumiendo, si quieres volver a disfrutar de esas pelis de tu niñez y volver a sentir lo que sentías de niño te la recomiendo x1000 ya no se hacen estas pelis y hay que disfrutarlas cuando pasan.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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