Crítica de Batman por gjulo

Redactada: 2023-02-23
Tim Burton con Michael Keaton, Christopher Nolan con Christian Bale, Zack Snyder con Ben Affleck. Batman es uno de los superhéroes que más nuevas adaptaciones acumula haciendo malabares con versiones diferentes pero tan idénticas a la vez. Por eso, cuando se anuncia una nueva película, ya hay un tufillo a saturación. ¿Qué podemos esperar de otra película de Batman? Bueno, por varias razones resulta que Matt Reeves está haciendo un pequeño milagro audaz, sorprendente e incluso atípico con este personaje multiexplotado. Así que una vez más nos encontramos en una Gotham codiciosa y enferma, todavía plagada de crimen y corrupción. La fascinación plástica por la ciudad impone la puesta en escena del engranaje que conforma toda su estructura y encanto: esta es una Gotham que nada tiene que ver con la de El Caballero Oscuro. Menos contemporánea y más gótica, empapada de una lluvia pesada y pegajosa, señal de su hundimiento en el fango. Es un decorado extraño, al tiempo que bello, que se inclina más hacia un estilo psicológico a lo Se7en, incluso a veces una pizca de Blade Runner en su atmósfera, y hasta una pizca del afecto fantástico de Watchmen. Y cuando la noche cae sobre Gotham, la fotografía de Greig Fraser (el nuevo experto de Hollywood, sobre todo con Dune) logra captar el miedo del pánico que podíamos tener a la oscuridad con imágenes que llegan a encarnar el abismo en el que toda la ciudad se hunde por completo. Es importante captar esta representación porque pone de relieve la psicología de todos los personajes. Son los elementos homogéneos de su entorno y encarnan la inestabilidad mental general de la sociedad. Batman siempre ha sido un personaje turbado y problemático que coquetea regularmente con los límites del bien y del mal. Pero en un entorno tan corrupto, el bien y el mal se confunden fácilmente. La opacidad de estas dos nociones se palpa perfectamente durante las intervenciones de este ángel de la noche: Robert Pattinson es un Batman desquiciado. A lo largo de la película se tiene la sensación de que Bruce Wayne hace tiempo que dejó de existir y que su alter-ego ha tomado completamente el control. Un justiciero que en realidad no está ahí para proteger a los inocentes, sino para infligir el castigo adecuado a los criminales. Algo hay en este Batman que quiere ser invadido por el odio, en un deseo de venganza tan apasionado que cada oponente parece ser un avatar del asesino de su madre Martha. La fibra de la locura se desgasta constantemente, y el héroe no está lejos de violar sus reglas morales. Pero a Matt Reeves no le bastaba con retratar a su héroe en su momento más desequilibrado, también tenía que presentarlo como un marginado de la sociedad, totalmente traumatizado por su pasado, que no pertenece a ningún sitio. Excepto vestido como un verdadero demonio que el mismísimo Rey del Infierno prefirió escupir. Ha venido aquí para castigar a los pecadores de una ciudad gangrenada por el mal e hirviente de odio. En esto, la fotografía sigue haciendo maravillas a la hora de plasmar el espejo del lado oscuro de Gotham y su ángel de la guarda. La película nos mantiene en vilo con su dramatismo, su mezcla de acción desafiante y narración de intriga. Pero también conserva el grueso de su obra, que se apropia fielmente de todos los temas que permite el mundo de Batman. Porque aunque la historia de la película pueda parecer simple, no es necesariamente simplista. Es fácil psicoanalizar los temas como solo pueden hacerlo las mejores películas de superhéroes. El Caballero Oscuro ya era un caldo de temas, y lo mismo ocurre con The Batman. Detrás del entretenimiento, están esas diversas luchas entre valores e influencias. La oposición entre el orden y el caos, pero también la evidente complementariedad de estas dos nociones. Cuando un justiciero, maldito, intenta domar la oscuridad de Gotham mientras él es su figura más emblemática. Con su sombrío atuendo, The Batman es más un thriller policíaco que una superproducción. Una visión materializada por las elecciones estéticas que contrastan innegablemente con los efectos realistas del Batman de Christopher Nolan. El guión y los temas resuenan con los decorados y el vestuario que representan el estado mental de los personajes. En particular, un Batman tan torturado como siempre y totalmente perturbado, donde el papel de la justicia y su alcance simbólico nunca han sido tan difusos.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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