Críticas de Los Diez Mandamientos

historia del cine
grandiosa en todos los apartados, sobre todo en la duración.....
es una historia ya vista y conocida y se puede hacer lenta en algunos tramos pero hay que verla si quieres hablar de cine
va en la linea de las superproducciones de la época como ben- hur o lo que el viento se llevó
visión obligada

Los diez mandamientos es un clásico del cine religioso de los años 50.

Hace un par de años eran más populares las películas con temática bíblica, pues hay un amplio catálogo de historias religiosas que escoger y esta es una de ellas, aunque no es mi favorita. La pega de todas estas películas, es que con el paso de los años (Y otros elementos que también han evolucionado en el cine) son menos frecuentes de ver en televisión u en cualquier otro lugar, debido a lo mal que han envejecido la gran mayoría; personalmente creo que es una lástima porque muchas contaban historias bíblicas que hoy en día pocos recuerdan y muchos desconocen. Si tenéis suerte podéis encontrar alguna de ellas por tv en época de Semana Santa.

Los diez mandamientos es probablemente una de las historias más importantes e interesantes de la biblia, que ya seas ateo o muy religioso, por conocimiento cultural a nivel global no viene nada mal de ver. Lo que siempre me chocó de este tipo de películas eran las interpretaciones que no me parecían del todo naturales, pero me encantaba las caracterizaciones de los personajes y los escenarios tan currados que tenían… que luego muchos costaban un dineral y los diez mandamientos de Cecil B. DeMille es un ejemplo, pero sin llegar a superar claro a Ben-hur.

Chicos, hay que verla al menos una vez.

Un clásico del cine religioso que tienes que ver al menos una vez en la vida.

Cierto es que la película es muy larga, pero sin lugar a duda se te hace pesada. Es disfrutable y necesario el ritmo que tiene la película para contarnos toda la historia de los 10 mandamientos.

Aunque sea una filmación de 1956 es una película que ha envejecido muy bien, sabiendo que en esa época había muy pocos recursos para realizar efectos especiales y aun así consiguen un gran acabado en la producción que al día de hoy se puede disfrutar como la primera vez que vio la luz.

Sin lugar a duda una de las mayores sorpresas que nos ha dado el cine de los 50 y que al día de hoy está en boca de tantos cinéfilos.

No había visto esta película más que entre sueños cuando la echan durante Semana Santa en la tele, y he de decir que me ha dejado boquiabierta, me quito el sombrero. Casi cuatro horas enganchada (¡y eso que sé lo que va a pasar!). Es una superproducción del año 56 que hay que ver al menos una ves en la vida, pero en serio, no como cuando la vemos en la tele jajaja. Destaco el trabajo de Anna Baxter como Nefertari, me ha conquistado desde el principio.

Los Diez Mandamientos, dirigida por Cecil B. DeMille en 1956, es una epopeya histórica y religiosa que cuenta la historia del éxodo del pueblo hebreo de Egipto bajo la guía de Moisés, quien recibe los Diez Mandamientos de Dios en el Monte Sinaí. La película es una muestra magistral del cine de espectáculo, que utiliza una gran cantidad de efectos visuales, decorados impresionantes y una banda sonora espectacular para crear una experiencia cinematográfica inolvidable.

Desde el punto de vista técnico, Los Diez Mandamientos es una obra maestra en la utilización de efectos visuales para contar la historia. La secuencia de la apertura del Mar Rojo, por ejemplo, es una de las más famosas en la historia del cine, y fue realizada utilizando técnicas de superposición de imágenes y un enorme tanque de agua para crear la ilusión del mar abriéndose y cerrándose. La película también hace un uso extensivo de la iluminación, las sombras y los movimientos de cámara para crear una sensación de dramatismo y profundidad emocional.

En cuanto a las diversas temáticas abordadas, Los Diez Mandamientos es una película que trata sobre la lucha entre la fe y la tiranía, la libertad y la opresión. La figura de Moisés, interpretado por Charlton Heston, es presentada como un líder carismático que se opone a la opresión del faraón Ramsés, interpretado por Yul Brynner. La película presenta un mensaje profundamente humanista, que habla de la necesidad de la libertad, la igualdad y la justicia para todas las personas, independientemente de su origen étnico o religioso.

Además, la película también presenta una reflexión sobre el papel de la religión en la sociedad y en la vida personal de cada uno. Los Diez Mandamientos se presenta como un conjunto de normas éticas y morales que deben ser seguidas por todos, independientemente de su religión o creencias personales. En este sentido, la película es una llamada a la reflexión sobre la importancia de los valores universales y la necesidad de respetar los derechos de los demás.

Clásico atemporal de los que no envejecen ni se olvidan, sobre todo porque la ponen todas las Semanas Santas en televisión. Hay que verla al menos una vez en la vida.

Película religiosa que se centra en la historia mítica de los diez mandamientos como dice el titulo.

Con los años la película no se fue adaptando muy bien que digamos ya sea por la manera en la que estuvo rodada, que a día de hoy si nos presentasen esa película en esa época flipariamos, a su vez es un poco larga, pesada y repetitiva en el tema religioso. No obstante es aceptable mientras la vas viendo, aunque incido en que se hace larga sobre todo

Recomendable verla al menos una vez.

Los Diez Mandamientos es un film mítico del Hollywood de las superproducciones de las 'Major', con un elenco lleno de estrellas y un derroche de escenarios y efectos para la época.
Cabe destacar a Charlton Heston y su interpretación, que va creciendo junto a la película.
Para muchos esta es una joya del cine, pero si hacemos una retrospectiva de esta película que cumple más de medio siglo y va para un siglo completo, hay dos cosas que no puedo pasar por alto:
1º La duración: 220 minutos, que obligaban ha hacer intermedios en los cines; y que todos nos hayamos dormido (especialmente niños y abuelos) cuando la hemos visto en la televisión con sus eternos anuncios.
2º El contexto: En plena caza de bruja de McArthur, está es otra de las producciones con afán propagandístico financiada por la elite republicana y dirigida por el judío conservador Cecil B. (Que si fuera por él, hubiese durado 6 horas)

Treinta años después de su película muda del mismo título, Cecil B. DeMille se remakeó a sí mismo para crear esta mastodóntica superproducción con mejor reparto, más dinero, mayores escenarios, más minutos y más de todo. Porque a veces más sí es mejor, y el resultado habla por sí solo: grandes actuaciones, impresionante puesta en escena y, en definitiva, todo lo que cabría esperar de una producción con semejante presupuesto.

Ahora bien, aún con un montón de factores a su favor no es una película fácil de ver ni que pueda gustar a todo el mundo. Primero de todo, dura casi tanto como la propia travesía de Moisés por el desierto, por lo que verla del tirón requiere de paciencia bíblica. Las actuaciones, aunque buenas, pueden resultar muy teatrales y a veces parecen intentar darle excesiva majestuosidad a ciertos momentos (aunque si estás separando las aguas del mar es normal venirte arriba). Y por supuesto, la temática religiosa puede espantar a más de uno, aunque también hay que decir que eso solo es una parte de la trama y que también hay intrigas palaciegas egipcias y hostilidades faraónicas.

No es una película que recomiende pero vale la pena echarle un ojo aunque solo sea por su valor cinematográfico.

Reconozco que soy muy poco fan de las películas biblícas... en Semana Santa parezco un esquiador esquivándolas, tal vez será porque de pequeño las vi todas. Otra cosa es el cine de Cecil B. DeMille, el Spielberg de los albores del cine, el que decá que "las películas tienen que empezar con un terremoto e ir creciendo en acción".
Los Diez Mandamientos supuso una de las grandes súper producciones de la épca, cuando los millones no se gastaban en programas de ordenador, sino en extras, localizaciones y platós que se construían y destruían sin reparar en gastos. Los FX dek filme fueron alabados y sorprendieron al espectador... la conversión de la vara en serpiente y, sobre todo, la separación del mar despertaron las exclamaciones entre el público.
Sus 220 minutos están repletos de ritmo, de espectáculo, de CINE mayúsculo. Ben-Hur parece haber resistido mejor su fama, pero todo amante del cine debería ver, al menos una vez, en pantalla grande a ser posible, filmes como Los Diez Mandamientos o Lo que el viento se llevó, por poner un ejemplo.