Jessica Chastain y Andrew Garfield están estupendos, consiguen que te caigan simpáticos, al menos al principio, dos personajes que ni sabía quiénes eran ni me han interesado en ningún momento, y la caracterización es impresionante. Pero ya está, como digo me ha interesado cero, se hace larga, pesada...

Recuerda un poco a Being the Ricardos pero aquella tiene algo más de miga, aquí lo único que la salva es el dúo protagonista y el trabajazo que se han pegado en maquillaje, motivos por el que le doy un poco más de nota. La he dejado para el final porque me llamaba cero y con razón...

De primeras, el argumento no me llamaba la atención, pero me ha parecido bastante entretenida. La ambientación está muy bien y las actuaciones son muy buenas porque transmiten el patetismo y la exageración a la que tienden los telepredicadores, que no son otra cosa que un negocio y tienen que 'venderse'.

Entiendo su nominación al maquillaje viendo el parecido con los personajes reales y cómo van caracterizando a Jessica Chastain a lo largo del tiempo.

Quizá en EEUU, que son más de este rollo de telepredicadores, les interese el tema y haya gustado esta película, pero a mí, que no conocía a esta pareja y podía vivir sin conocerles, me ha parecido un tostón infumable y he prestado atención durante los primeros 45 minutos aproximadamente. Después he desconectado de la trama varias veces.
Ni siquiera dos grandes actores como Andrew Garfield y Jessica Chastain levantan esta telenovela mediocre que fue la vida de Jim Baker y Tammy Faye, su relación, cómo montaron su chiringuito de telepredicación y se lucraron con él, y su posterior caída en desgracia, acabando él en la cárcel y ella convertida en la precuela de Aramis Fuster. Con decir que la actuación que más me ha gustado ha sido la de Vincent D'Onofrio, que saldrá unos diez minutos en toda la peli...
Eso sí, la nominación de maquillaje y peluquería, sobradamente merecida por la caracterización de los actores a lo largo de más de 30 años de su vida, especialmente la de Jessica.

Biopic sobre los telepredicadores Tammy Faye (Jessica Chastain) y Jim Bakker (Andrew Garfield), dos personas de las que creo nadie hemos oído hablar.

Con esa premisa el biopic pintaba como algo desastroso y aburrido, y efectivamente. No tiene gancho, es largo, aburrido y con actuaciones insípidas y sosas. No entiendo como Chastain ha sido nominada por este papel, porque da vergüenza ajena.

Aparte de eso la película llega a cansar con tanta temática religiosa saliendo por los cuatro costados, yo no soy religioso, pero con esta película creo que me han convalidado la confirmación y no tengo que ir a ninguna misa hasta el 2050 por lo menos.

Parafraseando a Tammy Faye: "Nada acaba hasta que acaba", y gracias a Dios que la película ha terminado ¡Aleluya!