La tenía en pendientes desde hace mucho y como suele ocurrir el desafío me ha dado la excusa perfecta para verla por fin. Y es curioso que sin haberla visto hasta ahora, y siendo casi tres horas de película, lo que quiere decir que obviamente pasan muchas cosas, sabía perfectamente lo que pasaba en la película. Con esto quiero decir que la trama no es original, no deja de ser una historia de amor, con sus idas y venidas, con sus obstáculos, pero también con algo más.

Y es que Benjamin Button es diferente, y también su historia es diferente, pero creo que su manera de envejecer/rejuvenecer es en realidad una metáfora. La película va sobre la vida, la muerte, el tiempo, la ausencia de los seres queridos y el momento de cada uno. Cada persona tiene su ritmo para hacer las cosas y eso no está mal, es lo que nos hace únicos, y cada uno, sobre todo en las relaciones, nos encontramos en un punto distinto en cada momento. Benjamin y Daisy tienen que hacer sus vidas y, cuando estén preparados, y sólo entonces, podrán encontrarse. De hecho es curioso que eso ocurre, de nuevo como una metáfora, cuando ***contenido con spoilers*** . Cada cosa tiene también su momento, todo ocurre cuando tiene que ocurrir, ni antes ni después. Seguramente todo el mundo tiene miedo de si le seguirán queriendo o viendo atractivo cuando envejezca, ***contenido con spoilers*** .

No puedo estar de acuerdo con quienes alaban el papel de Brad Pitt en esta película. No digo que actúe mal, pero es que el mérito no es suyo, no del todo, sino del maquillaje tan bueno que tiene la película y de un CGI que no está del todo conseguido en todo momento, pero da el pego. La que está estupenda, como siempre, es Cate Blanchett, y también me han gustado mucho los personajes y las historias de Jared Harris y Tilda Swinton. Pero es que además tenemos a Mahershala Ali, Taraji P. Henson (que fue nominada al Oscar como actriz de reparto), Julia Ormond y Jason Flemyng.

La ambientación también está muy bien, y hay escenas con una fotografía espectacular. El problema es que se hace un tanto larga, pero claro, hay mucho que contar, toda una vida. La forma en que está contada me ha recordado un poco a Titanic, tiene un airecillo. La verdad es que me ha gustado, aunque creía que me emocionaría o me llegaría más, no he llegado a llorar como creía que haría xD, pero creo que es de esas que hay que ver.

Fábula con tono de realismo mágico de la mano de David Fincher, que dejó de lado sus habituales thrillers para contarnos una historia más optimista sobre la vida y lo efímero de la misma. Toda la película gira en torno a la figura de Benjamin Button, un hombre con una extraña patología que le hace crecer rejuveneciendo. Mientras las personas a su alrededor morirán de viejos, él lo hará de joven. Sin embargo, todo eso es tomado simplemente como una curiosidad (muy bien elegido el título en mi opinión), pues el paso de Benjamin por la vida será igual que la del resto de los mortales y deberá enfrentarse a cuestiones tan universales como son el transcurso del tiempo, el amor, la soledad o la muerte.

Como punto negativo, no todo el mundo conectará con la película debido a su tono pausado y, en ocasiones, distante. Lo cierto es que el montaje podría ser mucho mejor, ya que Fincher quería un mínimo de tres horas de metraje y los productores solo dos, quedando el resultado final en 160 minutos en los que se nota demasiado la tijera en varios momentos que necesitan un mejor desarrollo de los personajes. Aun así es relativamente fácil identificarse con muchas situaciones, como con la relación entre los personajes de Brad Pitt y Cate Blanchett. La barrera que a ellos los separa durante casi toda su vida, la edad, podría intercambiarse sin problema por otros factores que todos hemos podido vivir como la distancia, la falta de tiempo o, simplemente, encontrarnos en momentos emocionales diferentes. Y es que, al final, 'El curioso caso de Benjamin Button' trata sobre la brevedad de la existencia y sobre lo complicado y mágico que resulta poder compartir con alguien esos momentos fugaces que conforman la vida, aunque sea solo durante un suspiro.

La vi en el cine en su momento, pero la dejé en pendientes porque consideré que necesitaba verla una segunda vez antes de valorarla, y ahí se quedó más de 10 años, porque por su duración me daba pereza. Aunque me gustó mucho, lo cierto es que no recordaba nada de la trama más que lo principal: un hombre que, a diferencia de todo hijo de vecino, nace viejo y va rejuveneciendo. No recordaba al personaje del capitán Mike interpretado por un genial Jared Harris, ni el breve papel de Mahershala Ali. Sí recordaba que Cate Blanchett está estupenda, como siempre.
La historia no me era desconocida, cuando estudié la obra de Castelao (célebre autor gallego) en el instituto, me había llamado mucho la atención un relato corto suyo "O neno suicida" que tiene básicamente la misma trama. Cuando salió la película aluciné pensando que Castelao había llegado a Hollywood. Luego supe que había otro relato de Fiztgerald (autor de El gran Gatsby) con la misma temática y aproximadamente de la misma época.
El único problema del que peca la película es de su larga duración a la par que un ritmo bastante lento. O una o el otro habrían estado bien, pero las dos cosas consiguen que se haga algo pesada. Es cierto que narra toda una vida, pero lo podría haber hecho en 20 minutos menos sin dejar nada importante en el camino. Brad Pitt está (es) bastante soso, siempre me ha gustado más en papeles cómicos que dramáticos (exceptuando Seven), aunque sus caracterizaciones están muy logradas. Me chirrían más los efectos de rejuvenecimiento que los de la vejez.
Es básicamente una reflexión sobre la vida, el paso del tiempo, vaya en el sentido que vaya, y la cercanía de la muerte, con bastantes citas destacables. Me gusta la manera en la que está contada, a través de un diario, y tiene bastantes escenas o momentos que me han gustado mucho, ***contenido con spoilers*** . Recomendable.

Buena historia en la que tras ese nacimiento....vemos como esa persona desarrolla su vida de forma diferente a la habitual. Cuenta con buenas actuaciones.