Aladdin cumple globalmente su objetivo, aunque no se trata de la mejor de las adaptaciones. Cuando sabes que la ha dirigido Guy Ritchie, puedes sentirte decepcionado porque no encuentras su "toque" habitual, su toque personal, demasiado suave para mi gusto. Además, el reparto es desigual. Mena Massoud que interpreta a Aladdin está impecable en su papel, así como Will Smith que interpreta al genio. En cuanto a Naomi Scott y Marwan Kenzari, no están del todo atinados. Una interpreta a una princesa mono-expresiva con poca emoción, el otro interpreta a Jafar que es demasiado joven y expresivo que a veces resulta un poco ridículo.
Aparte de estos defectos, la historia está bien, así como su música de culto, volvemos a la infancia y nos complace ver esta nueva versión. Estéticamente, también es muy bonita: paisajes, colores, vestuario, bailes de Bollywood... Un conjunto logrado, a pesar de algunos errores de casting. Dinámico, entretenido, pero al que le falta un poco de encanto.

Es una adaptación muy fiel a la original, y creo que los protagonistas están muy bien elegidos, me encantan los dos (Mena Massoud y Naomi Scott). Will Smith tenía el listón muy alto contra Robin Williams, pero cumple bastante bien, y me alegro de que no salga azul durante toda la película, porque los efectos en ese caso son lo peor, cuando vi el trailer y lo vi me asusté mucho.

Los bailes son muy buenos y sobre todo los dos protagonistas cantan muy muy bien, la voz de Mena es de hecho muy similar a la del Aladdin original, y Naomi te deja totalmente Speechless con esa canción.

Además la fotografía es espectacular, sobre todo en la presentación del príncipe Alí, y el vestuario es precioso, con mención especial al de Jasmín.

Eso sí, recomiendo verla en versión original, porque el doblaje de Jafar me sacaba por completo de la película (es la voz de Sheldon Cooper).

Siempre que se realiza una película Live Action de una película de animación queda la duda si estará a la altura, porque no es fácil recrear la animación y llevarla a la realidad, sobretodo la caracterización de los personajes puesto que puede quedar algo ridículos y esperpénticos pero Aladdin ha superado mis expectativas con creces, hay que reconocer que Disney no ha dejado nada al azar y ha cuidado muy bien los detalles siendo muy fiel a la original de 1992.

El guion de la película animada está presente porque muchos diálogos son idénticos, aunque sin ser tampoco una fotocopia de la anterior. Han añadido cosas y quitado otras, pero es completamente fiel, no se carga el desarrollo ni lo distorsiona.

El vestuario de los personajes, la fotografía y los escenarios, las coreografías y la música, las puestas en escena, la ambientación de Agrabah, muy buenos efectos especiales en todas las escenas, los diálogos respetando en todo momento a la original y transmitiendo los mismos valores y mensajes, todos los detalles muy bien cuidados, todo este cocktel hace que Aladdin (Live Action) no tenga que envidiar nada a su hermana mayor de animación.

Las interpretaciones de los diferentes personajes es de un nivel muy alto, Aladdin (Mena Massoud) hace una caracterización muy conseguida, permitiendo transmitir su humanidad, picardía, generosidad y amistad. Jasmine (Naomi Scott) con su gran belleza y la que mejor interpreta su papel en está película, su intrerpretación es perfecta y al darle nuevas canciones individuales hace que su personaje crezca en la película. El genio de la lámpara no podía ser otro mejor que Will Smith por su humor, su carisma, su personalidad, su manera impecable de interpretar al personaje más difícil de la película porque caracterizar al genio y salir indemne no lo puede hacer un actor cualquiera y Will Smith lo borda. La gran pega del reparto es Jaffar (Chico Kenzari) un personaje que interpretativamente no está a la altura esperada y que es junto con el padre de Jasmine los dos personajes que cojean en la película porque el padre en la película animada era un señor bonachón entrañable y en el live action es un sosainas, un pan sin sal.

Y ahora vamos al punto crítico de la película la que la va a llevar a la puerta grande o a la enfermería y no puede ser otro momento que cuando se canta “Un mundo ideal” y por supuesto superaron las expectativas con unas imágenes increíbles dándole una mayor grandiosidad al momento. Tengo que reconocer que en esta canción me ha trasportado al momento que la vi por primera vez en el cine recordando aquellos momentos maravillosos, es el instante que te toca sin duda la fibra y te emociona.

Aunque el live action tiene mayor metraje que la original en ningún momento se meten escenas absurdas de relleno, todo con su sentido y aportación.

Si la original es una de tus favoritas de Disney, te recomiendo verla porque no te va a defraudar y te va a dejar un fantástico sabor de boca, entretenida y dinámica de principio a fin.

Disney sabe hacer buenas películas.

Respeta bastante a la original, manteniendo la mayoría de grandes momentos que hicieron mítica a la versión animada, pero como con otros live action de Disney, me ocurre algo curioso: que pese a estar protagonizada por actores que están vivos, creo que a la película le falta viveza. Quitando a Will Smith que está genial (hehe) y a la alfombra y a Abú que son bastante graciosos, el resto del reparto no tiene la chispa de la original. Aladdin y Jasmine están correctos, pero solo destacan en las canciones (todas a un gran nivel, por cierto). El Sultán no es el hombrecillo entrañable que debería ser y Jafar... no es Jafar. No tiene carisma, no inspira temor ni respeto, no desprende ese odio que sí desprendía su versión animada.

Por suerte es una película bastante divertida y amena, así que es complicado que si te gusta 'Aladdín' no disfrutes esta versión en mayor o menor medida.