Me culpo de gilipollas por haberme tragado este pastelón infumable, sosainas y completamente plano.
No he leído el libro, y después de ver lo visto menos lo haré después del visionado.
Ni los actores, ni el guión y menos la música me han llamado la atención.
Y no hay ni una santa broma que merezca.
Me ha resultado vulgar, predecible y muy lejos de nuestro humor más cutre.
No la recomiendo ni para pasar el rato. Mejor miráis una de esas de los Hombres G que como mínimo ya sabes lo G's que son.

María Ripoll ('Ahora o nunca') vuelve a dirigir una comedia romántica, adaptando la novela de Laura Norton 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas'.

Con una historia predecible, hay que ver la película sin expectativas, y esperar que al menos tenga un buen montaje y un guion con diálogos divertidos. Y la verdad que el montaje esta bien, la película es entretenida, y tiene un buen apartado técnico, con una fotografía que me ha gustado mucho, y algunos números musicales bien ejecutados. Pero lo que es el guion, no llega a ser ni especialmente cómico ni romántico, dejando la película en algo simplemente aceptable.

'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas' es otra comedia más para consumir cuando tiene antojo de comedia romántica tonta.

Pocas cosas funcionan en esta comedia donde nada encuentra el tono, ni el tempo adecuado para ganar mi atención. Los personajes no han ganado mi simpatía, pese a contar con buenos actores que, no sacan adelante el proyecto, empezando por una Echegui (mira que lo siento) muy acelerada y pasadísima. Prescindible.

El libro me encantó. Es fresco, divertido, romántico y te deja con un buen sabor de boca.
La peli lo siento, pero es un bodrio. Sobreactuaciones desproporcionadas, la adaptación da pena de ver, se centran en lo peor del libro intentando ser comercial y se pierde toda la ternura que en realidad desprende Sara dejando a la protagonista como una tonta histérica, a la hermana como una insensible, al guiri lo dejan medio abandonado, y la trama de los padres es para dar de comer a parte.
Vamos, desilusionada me hallo