Nunca debes jugar en un cementerio.
Nunca juegues tú solo.
Siempre hay que decir adiós.

Mi género favorito dentro del terror es el de grupo de adolescentes que entre todos no reúnen ni media neurona, porque luego es muy divertido ver cómo mueren uno tras otro por la sencilla razón de que son idiotas. Pero ojo, que aquí las amigas ya jugaban con la ouija desde niñas, y una de ellas rompió las reglas ya en la adolescencia, jugó sola y pasaron cosas. Ahora está muerta y su grupo de amigos, que son igual de listos, deciden jugar para ver qué les cuenta, como si eso fuera un chat grupal de WhatsApp, pero puede que la línea no esté muy bien y que quien responda no sea su amiga. Y ya sabemos cómo va a acabar eso.

Pues lo dicho, la típica película de terror con un grupo del que sabes que van a acabar pocos vivos, y eso si queda alguno al final, lo mismo me da que sea un asesino en serie, un demonio cabreado o un espíritu al que han despertado de su siesta, el resultado siempre es el mismo. Y no tiene mucho más que eso, salvo obviamente averiguar quién es el espíritu en cuestión, qué quiere y cómo pararlo, y es de lo más predecible, porque ***contenido con spoilers*** , y es como para plantearse que si ***contenido con spoilers*** , A LO MEJOR era por algo y habría que dejarlo así. Pero volvemos a lo mismo, eso implicaría que alguno pensara un poquito.

Es cierto que hay algún sustillo, aunque la mayoría se ven venir de lejos porque son las típicas situaciones y los recursos habituales, pero en ese aspecto al menos cumple, porque lo que son las muertes son bastante descafeinadas, aquí venimos a ver muerte y destrucción y eso no nos lo dan. Pero bueno, no me ha parecido horrible, se ve en un rato, tiene a Olivia Cooke en el reparto y a Lin Shaye, que parece ser la reina de las películas de terror, ha estado en casi cualquiera que se os ocurra. Y el final deja la puerta abierta a una secuela, y la hay, pero por el título diría que es más bien una precuela o que no tiene mucho que ver, no tengo ni idea, pero puede que le eche un vistazo.

"Ouija" empieza muy fuerte en términos de mediocridad, con una exposición de más de treinta minutos tan rítmica como una babosa contorsionándose en la cabeza de una tortuga.
Tras el "suicidio" de su mejor amiga (con la complicidad de un fantasma maligno que vuelve blancos los ojos de la gente), la pobre Laine toca fondo. Y como es obvio que la tristeza te vuelve estúpido, se le ocurre la brillante idea de reunir a todos sus amigos para jugar a la Ouija y dar el último adiós a su amiga de la infancia. Excepto, por supuesto, que la entidad que responde a su llamada no es la chica muerta, sino un espíritu muy infeliz con rencor hacia los adolescentes insufribles (¡menos mal que los de la película son todos ellos!).
Lo que sigue es una historia banal de un espectro vengativo (con un pequeño giro estúpido), bocas cosidas, una proporción absolutamente increíble de puertas que se cierran de golpe en secuencias que harían estremecerse a cualquier cerrajero acomodado, y muchos ojos blancos (después de todo, no es como si nos aburriéramos de ellos), un asesinato sobrenatural en el que interviene un lavabo y apariciones en un manicomio de una tal Lin Shaye que, después de "Insidious", parece dispuesta a terminar su carrera como actriz en todas las películas que tengan que ver con adolescentes y fantasmas (de ahí lo del manicomio, seguramente).
Tal vez Hasbro (vendedores de este endemoniado artefacto) esperaba un resurgimiento de las ventas de sets de Ouija para producir un artilugio tan inútil, pero lo único que uno quiere hacer después de verla es, como la protagonista, quemar todos los sets existentes para que una secuela (por desgracia, ya existe) nunca vea la luz del día.

Ouija es una película de terror protagonizada por Oliva Cooke, Ana Coto y Daren Kagasoff.

Tras el fallecimiento de una amiga y no creyéndose las causas de su muerte, un grupo de jóvenes decide jugar a la ouija.... a ver qué pasa.

Muy típica película protagonizada por grupito de guapis, metiéndose por voluntad propia en un berenjenal que lamentarán mucho haberse metido, y que todo el mundo que se precie a ver esta película se pregunta dónde está la lógica de los acontecimientos. Me explico: ***contenido con spoilers*** Bravo, amiguis.

Es que es todo tan típico que siento que ya he escrito esta crítica. Olivia Cooke está bien, tenemos a Lin Shaye que yo creo que ni le dieron guion, le dijeron "sabes más que nosotros de pelis de terror, improvísate algo para ese diálogo y lo que sea nos gustará".
La atmósfera por lo general, es más bien floja pero sobre todo por culpa de lo previsible que es la película, es más difícil inquietar si no existe opción a factor sorpresa, así que jugaremos a la subida abrupta de volumen para así tratar de lograr algún susto, y oye, venga, aquí sí le concedo cierta efectividad, sobre todo para quien tenga el oído más fino.

Al final, a mí perdonarme, pero me ha dado la risa cuando ***contenido con spoilers***

Es una película que pudo estar bien, pero seguramente la pusieron en las manos equivocadas.
También debo decir que cuando la vi por primera vez la quise hundir en el inframundo de los truños infumables, pero vista una segunda, soy capaz de subirle medio punto a la nota. Me siento generoso.

Stiles White nos trae este ouija, terror sobrenatural de ese que me produce cierto escalofrió en la espalda.
Tenemos a un grupo de jóvenes que tras perder a la amiga del alma querida deciden llamarla por medio de ese tablero de ouija pero la llamada les saldrá caro y la línea quedara abierta, lo que toca ahora es cerrar sesión como es debido, lograran ponerle fin antes de que sea demasiado tarde para ellos?

Los sustos están bien logrados y cuenta con recursos para ello ahora ya no tanto en este segundo visionado pero en su momento hicieron efecto como ***contenido con spoilers*** me hicieron saltar en alguna ocasión.

En el reparto contamos con Olivia cooke como laine que no lo hace del todo mal le pone esfuerzo y Lin shaye que está en todos los fregados con espíritus que se precie aunque su personaje sea solo un medio para llegar a un fin.
Hay que reconocer que buena no es ya que la fuerza recae en los compases finales pero me dio lo suficiente y me lo vuelve a dar por segunda vez.