Aunque Alita no se dio a conocer al gran público hasta el estreno del live action de 2019, lo cierto es que su primera incursión cinematográfica ya se había producido 25 años antes con 'GUNNM', la adaptación del manga homónimo de Yukito Kishiro y uno de los grandes exponentes del cyberpunk de principios de los 90. Conocida fuera de Japón como 'Alita: Battle Angel', la película nos acerca, si bien de una forma más simplificada, a toda la esencia de las páginas dibujadas por Kishiro y a esa curiosa relectura del mito de Frankenstein donde su cibernética protagonista, tras ser rescatada y reconstruida por el doctor Ido, luchará por encontrar su lugar en el mundo que se erige sobre los despojos caídos desde Zalem, la ciudad flotante que parasita a la urbe inferior y a todo aquel que habita en ella. La inocencia misma que surge, casi a modo de último acto de fe en la humanidad, entre los escombros y la corrupción de la estratificada sociedad a la que tan distópica realidad nos traslada. La belleza oculta entre la mugre. Un ángel renacido de la chatarra.

Todo ese trasfondo esconde una gran riqueza narrativa y una complejidad de personajes en los que la película, a diferencia del manga, apenas consigue profundizar. Ni siquiera podría considerarse una película como tal, sino dos episodios que toman ciertos elementos de la obra original y los readaptan para, en cierto modo, dar forma a una pequeña aproximación al universo imaginado por Kishiro. Algunos de los temas clave del cómic, como la crisis de identidad de Alita, la responsabilidad del creador —el doctor Ido en este caso— con respecto a su creación o la cada vez más insalvable brecha social a la que parece abocado el mundo siguen presentes aquí, aunque tratados con mayor ligereza en favor de una historia mucho menos densa a nivel filosófico y más enfocada hacia la acción, la violencia y el ansia de venganza de una Alita a la que da gusto ver destrozando espinazos. Una adaptación muy dinámica, fantásticamente animada y que, sin lugar a dudas, logra su propósito de dejarnos con más ganas de adentrarnos en la maravillosa obra de Yukito Kishiro.

Nunca nadie va a adaptar la saga del motorball completa xD

Partiendo de la base de que una adaptación no tiene que ser literal a la obra original, pues está bien. Es entretenida, buena animación, (el arco de Yugo no es un peñazo romanticón como el del live-action xD). Habría estado bien que no se hubiera quedado en un anime para promocionar el manga y tuviera más capítulos.