Más de veinte años han pasado ya desde que Ang Lee consiguiera el primer Óscar de su carrera por 'Tigre y Dragón', un épico relato de aventuras que revivía la magia ancestral de la cultura china al tiempo que renovaba el interés por el tan denostado subgénero wuxia. La película, basada en la cuarta novela de la llamada 'Pentalogía de Hierro' de Wang Du Lu, se desarrolla en la China de la dinastía Qing para contarnos la historia del maestro de artes marciales Li Mu Bai, quien ha decidido abandonar el camino del guerrero y dejar su legendaria espada a su mejor amigo, algo que no será tan sencillo debido a la atención que la muy codiciada arma despierta entre aquellos que la desean.

Con ese punto de partida arrancaba esta fábula marcada por su gran belleza visual y su enorme capacidad para combinar la acción con el drama, la aventura con el romanticismo, la filosofía con las artes marciales, lo material con lo espiritual, lo oriental con lo occidental, lo viejo con lo nuevo y, sobre todo, el yin con el yang. Dentro de ese cruce de contrastes destaca la forma en la que sus personajes femeninos (brillantes Michelle Yeoh y Zhang Ziyi) rompen con una serie de roles muy arraigados a su época y lugar; ruptura que se ve también reflejada en esa convivencia entre el lado más tradicional de las leyendas milenarias chinas y el tono actualizado del romance más contemporáneo. Amor, lealtad, honor, libertad, peleas imposibles y una extraordinaria sensibilidad narrativa dan así forma a una obra única, una capaz de aunar la garra y fuerza de un tigre con el misticismo y sabiduría de un dragón.

Película de gran belleza visual, con unas batallas espectaculares diseñadas por el mismo coreógrafo de 'Matrix', y llena de simbolismo. A veces tiene incluso aires oníricos.

Un guerrero, una espada, una princesa, un bandido, amor, leyendas... es todo muy épico. Una película que merece ser vista y fue recompensada con cuatro Oscar.

Destacables los papeles de las dos protagonistas, dos personalidades diferentes con distintas formas de ver el mundo, pero igual de independientes, que se marcan unas batallas hipnóticas. ***contenido con spoilers***

'Tigre y dragón' no sólo se alzó con la estatuilla a mejor película extranjera, tb provocó una oleada de películas wuxia como las de Zhang Yimou. Una obra poética, repleta de lecturas entre líneas, donde la acción es un elemento más y no el eje principal. Personajes maravillosos.´

En general, todas las obras pertenecientes al género que he visto estos días tiene características comunes: una belleza que asombra, imágenes/escenas inolvidables, una trama con un factor más psicológico de lo que uno podría imaginar. Además de combates que son puro espectáculo.

Sorprende ver que los personajes femeninos rompen estereotipos, están bien construidos y hay una igualdad que todavía no hemos visto en saga más comerciales made in Hollywood.

En definitiva, todo un hallazgo por mi parte. He disfrutado mucho de estas obras, y las recomiendo ????%

Una película china de esas que disfrutas de ella de principio a fin sin importar cual trama sea, si es sencilla o compleja, tú solo te sientas y disfrutas de saltos imposibles o coreografías que hacen maravillas en cada escena de acción.

La trama en cuestión no llama mucho, ya sea por la época en la que está realizada o por el simple hecho de que no me parece muy buena o lo que sea, pero eso queda atrás completamente gracias a todo lo demás, que hace que te quedes pegado a la pantalla en todo momento de la filmación en cuestión.

Con una banda sonora al más puro estilo de cine asiático que te traerá recuerdos de otras del mismo género o simplemente acabarás gozando más la escena en cuestión.

Disfrutable, recomendable para la gente amante del buen cine asiático y del más clásico de los clásicos, de los cuales crecieron con las películas en donde se realizan saltos imposibles, pues esta es tu película.

No se puede decir mucho más de ella, a no ser que me repita en bucle en todo el rato para seguir diciendo el gran punto positivo que tiene, solo ponerla y disfrutar no os sentiréis defraudados.