A veces el cuerpo se pone sandunguero y pide ver serie B, no sé, como que algo cambia en nuestro interior y pide ver a Jason Scott Lee caminando a cámara lenta y batallando con su parálisis facial mientras Roy Scheider aparece en flashbacks justos para pedir el cheque. Debe ser un virus o una mordedura de murciélago cachondo el que nos lleva a que, de toda la oferta que nos rodea en las variadas plataformas, acabe uno frente a Dracula II, que es II como pudo ser XXXVII.
Entonces, si nos hemos dejado llevar y hemos continuado viendo el filme de Patrick Lussier pese a ese sonrojante inicio que no esconde nada de lo ridículo que vamos a ver después, ¿qué vamos a criticar? ¿Qué es mala? Si, tanto como pensábamos ¿Ridícula? Sin duda ¿Absurda? Hasta decir basta. ¿Qué hay tercera parte? Pues a verla.

Dracula II: Ascension (Resurrección en España), es la secuela de Dracula 2000 (o 2001, depende del país), ambas dirigidas por Patrick Lussier y en la que sigue apareciendo Wes Craven como presentador, ya hay que tener narices, pero bueno, todos sabemos que el tío Wes, aunque ha dado unas cuantas veces en el clavo, también tiene alguna que otra mierduja en su haber.
Esta secuela cuenta con un elenco completamente nuevo y con un presupuesto considerablemente menor. Y además empieza contradiciendo el final de la anterior ( ***contenido con spoilers*** ). Así que no pinta nada bien desde el principio.
Las sospechas pronto se confirmarán.
En la escena inicial ***contenido con spoilers*** Por cierto, esa escena, aunque nos la vendan como Ostrava, en República Checa, en realidad está rodada en Sibiu (Rumanía), y en ella se puede ver el Pudul Minciunilor (Puente de los Mentirosos o de las Mentiras), la Casa Artelor (Casa de las Artes, antigua Casa de la Cofradía de los Carniceros) y sus característicos soportales y la Antigua Posada Zur Ungarische Krone (La corona húngara), edificio que se mantiene aún sin reformar y del que podemos ver su fachada verde y las típicas y curiosas ventanas en forma de ojo, propias de la zona. Todo ello desde la Piata Mica (Plaza Pequeña). Y ya en la Piata Albert Huet, la Catedral Evangélica o Luterana y su torre del reloj y las escaleras que comienzan a descender bajo la Turnul Scarilor (Torre de la Escalera). En los créditos compruebo que hay agradecimientos también a Sighisoara, Rasnov y Zarnesti, en total cuatro poblaciones rumanas de la región de Transilvania que he visitado, pero ya no logré reconocer más localizaciones. Igual en un segundo visionado... pero es que la jodía peli no se presta mucho a eso que digamos.
Y bueno, tras el inciso/chapa turística, vamos al lío. No sé ni por dónde empezar, así que iré dando brincos:
El reparto sigue siendo variopinto, como en la primera, pero menos interesante.
Las caras más conocidas son las de Jason Scott Lee (Dragon, El libro de la selva) en su papel del Padre ¿Uffizi, en serio?, nombre cutrón para un cura cazavampiros; y Roy Scheider (Tiburón, Tiburón II), que aparece poco, como el Guadiana, tan poco que no me he quedao con el nombre de su personaje.
También está uno de los gemelos London, que son de esos actores que te suena su cara de haberla visto mil veces, pero que no te sale el nombre de ninguna peli ni serie suya.
Está por ahí Brande Roderick, la Baywatch tardía que apareció en la Temporada 11.
Khary Payton, ridículo como vampiro, hasta el punto de decir: Basta, ¿en serio?.
Otro bufón es John Light, conocido como "el de la pasta", que nos brinda una serie de tontunas, ruiditos y movidas que no vienen a cuento difíciles de creer. Para taparse la cara de vergüenza ajena o carcajearse según el caso. ***contenido con spoilers***
¿Que dónde está Drácula decís? Pues eso digo yo. Como Gerard Butler ya no estaba (no sé si le llegaron a ofrecer el papel, pero si lo rechazó, sabia elección), dijeron ¿qué podemos hacer para que no se note que no es el mismo tipo, sino un tal Stephen Billington? Idea brillante: ***contenido con spoilers***
Acaba prácticamente anunciando una tercera película, que inexplicablemente existe.
Como dice un compi por ahí en su crítica, la única que hay además de la mía (somos dos valientes)... ¿Voy a ver la tercera? Pues sí.
Y es que estas pelis también tienen cabida dentro del disfrute, por supuesto, cambiando el ángulo de visión.