Cumple con su función de entretener y demás, cuenta con algún que otro buen puntazo de humor y lo que más destacaría sería la música que han utilizado a lo largo de la película.

Ernesto Sevilla soporta la película, o quizás la he soportado yo gracias a él, cuando iba cayendo, alguna intervención suya me hacia reír y aguantar algo más viéndola. El resto de trabajadores no creo que hagan reír ni a su familia.
Y he dicho trabajadores porque decir actores me parecía mucho, ahí el único actor es Alterio, que es muy bueno por cierto, le dan un personaje secundario de mierda y lo sostiene.

No recomiendo esta película, está claro que pertenece al género de "películas chorra que ver cuando no quieres complicarte mucho" que es diferente al género comedia, pero ni así la recomiendo. Con los mismos mimbres se pueden hacer historias mucho mejores, como por ejemplo "Primos", aunque supongo que también dependerá de como te coja el día

Pues ha sido una sorpresa con esta película, no por ser muy buena, porque lo que ha ofrecido es lo que te ha dado y eso es de agradecer.

“No ha sorprendido, pero tampoco ha defraudado”, podría ser el título de cualquier crítica relacionado con esta película.

Una película que ha sido divertida cuando ha tenido que serlo y seria cuando hay que serlo. Con toques de varios géneros hace algo “diferente” en el cine español, o al menos intentan hacerlo.

Siempre intentando quedarse por la diversión y el intentar hacerte reír y si, lo consiguen en muchas escenas.

Lo malo que podría ser es que la historia por términos generales no ha sido nada del otro mundo, con toques muy predecibles que lo puedes llegar a oler desde lejos, pero que aunque sea todo ese negativo, tiene el toque que te llega a entretener, ya que el ritmo de la trama ni mucho menos es lento, todo lo contrario.

Es totalmente “visualizable”.

El primer tercio de la película te hace pensar que estás ante una película que se deja ver, incluso relajarte y disfrutar de ella. Pero pasado este punto, la trama comienza a estancarse, la única dirección que toma es hacia el fracaso. Y sigues viéndola, pensando que la podrías pararla "dejarla cuando quieras", pero te martirizas, aparecen los títulos de crédito y respiras aliviado porque termino la agonía.