No sé cuánto de real tendrá esta película, porque se supone que está basada en hechos reales, pero ya sabemos cómo va lo de ese tipo de adaptaciones, la cantidad de cambios y "arreglos" que suele haber por conveniencias del guión o para lograr un mayor espectáculo o sólo porque queda mejor y es más cine.

Para empezar, tiene que gustarte el mundo del motor. Tal vez no tanto los videojuegos, ya que al final queda un poco en un plano secundario, pero sí que empieza con ello, con el protagonista muy metido en ese mundo, de hecho bastante obsesionado, y luego a lo largo de la película hay guiños a ello, pero lo más importante son los coches. Yo vi esta película un fin de semana que no había Fórmula 1, así que con eso os lo digo todo.

La trama no tiene gran cosa porque es que sabes de sobra lo que va a ocurrir y en qué momento y de qué manera, es de esas más que predecibles de principio a fin. Sabes que va a empezar perdiendo, que si tiene un límite para conseguir sus objetivos, JUSTO va a hacer podio en la última carrera en la que podía hacerlo o se acabaría todo, etc etc etc. Igual que con el tema de rivalidades, amistades, relaciones con la familia, o incluso momentos dramáticos de accidentes, es todo muy obvio, aunque hay momentos emotivos que están logrados y también otros de tensión.

En cuanto al reparto, están correctos. El protagonista cumple, Orlando Bloom está ahí un poco por estar, y el que tiene algo más de protagonismo aparte de Archie Madekwe es David Harbour, que después de haber visto Violent night aquí está un poco soso, pero hace un papel bastante digno y con mucho peso, de hecho por momentos es más protagonista que el propio protagonista.

No es ningún peliculón, pero creo que eso también es evidente por algún motivo, pero cumple como buen entretenimiento, aunque más enfocada para un público concreto, por lo que he dicho más arriba. Es decir, si no te gustan los coches, la podrás disfrutar igual y seguramente te parecerá entretenida para una tarde con un buen bol de palomitas y pocas pretensiones, pero si disfrutas del mundo del motor, es más probable que te atrape más.

Gran Turismo es una película de acción a motor, protagonizada por Archie Madekwe, David Harbour y Orlando Bloom.

La película nos relata los acontecimientos reales, en los que la empresa de vehículos Nissan decidió probar a jugadores de Gran Turismo para convertirlos en pilotos profesionales.

Pues me ha gustado más de lo que esperaba. No soy especialmente aficionado al motor, he tenido mis temporadas que la Fórmula 1 me daba algo más de curiosidad, pero poco más. Tampoco es mi género de videojuego favorito el de los simuladores de coches. Si conduzco un coche en un juego prefiero que estrellarlo o atacar a rivales sea una opción.

El caso es que aunque la estructura está algo vista, me han gustado mucho las secuencias de carreras, aunque era previsible el final de cada una, me han parecido emocionantes y entretenidas, con ese sonido de los motores y demás. Los detalles del juego que incorpora a las carreras 'reales' han sido algo sencillo pero eficaz también.

No me ha parecido una película que maree en exceso en la vida del protagonista, más allá de lo típico, y David Harbour me ha gustado mucho.

Es una fantástica película para los amantes del motor, que también puede resultar entretenida a quien no lo sea tanto.