Pocas películas pueden presumir de contar con un metraje de dos horas y media que se pasen volando, en las que no decaiga en ningún momento el interés del espectador por lo que está presenciando ante su pantalla y en las que la narrativa atrape completamente. El director Drew Goddard es el artífice de semejante hito con su obra ‘Malos tiempos en El Royale’. En principio no me llamaba especialmente la atención esta película, a pesar de haber sonado mucho en su estreno por el lujo de reparto que tiene (desde Jeff Bridges, pasando por Dakota Johnson, Cynthia Erivo, Jon Hamm o Chris Hemsworth), pero fue un total acierto darle una oportunidad en una noche de pizza con los amigos.
La historia comienza in medias res, situándonos en un único emplazamiento en el que transcurrirá toda la acción de la película; el Hotel Royale. Como si de una obra de teatro se tratase. Estamos a finales de los años 60 y nos encontramos en un hotel en su ocaso que esconde tenebrosos secretos, pero no más que nuestros protagonistas. Siete personajes que guardan sus propios enigmas y que, finalmente, saldrán a la luz bien para redimirse o bien para hundirse con todo el peso de sus acciones. Para mayor disfrute, es mejor no añadir nada más de la trama, pues merece la pena dejarse sorprender por cada giro, sorpresa y detalle que este relato nos regala. Es imposible no notar las similitudes que presenta con ‘Los odiosos ocho’ de Tarantino, sobre todo en fondo y forma, donde la violencia y lo que no se dice son los auténticos reyes de este festival de cine negro. Un único escenario, secretos, armas y personajes tremendamente volátiles, ¿Qué podría salir mal?

Como contrapunto, evidenciar que ciertas historias de algunos personajes se quedan a medio gas y un poco de profundidad se hubiese agradecido, sin embargo, aquí se viene a ver tiros, gente chiflada y sangre a borbotones. Así que los milagros a Lourdes.

Bueno, creo que está ya todo prácticamente dicho de ella, pero si te gusta lo que es un buen thriller, con una historia bastante bien desarrollada, intenta no saber mucho de la película, salvo por algunas críticas y poco más, para así poder verla y te pueda llegar a sorprender.

- El hotel de los líos...

Creo que tiene un buen comienzo con una primera media hora bastante interesante, en el que vemos este pintoresco lugar, así como unos personajes muy distintos entre si, pero que hace que quieras saber más sobre ellos y el qué ocurrirá en este lugar, vamos, que te tiene donde quiere, enganchado e intrigado ya desde el principio. En esta parte me hizo algo de gracia, a modo personal, que Jon Hamm parecía que estaba haciendo de nuevo a "Don Draper", como si fuera a hospedarse por uno de sus viajes.
Desde de ese primer tramo, ya comienzo el desarrollo, un desarrollo quizás particular pero efectivo en el que vamos a poder conocer más cosas, pero a la vez te mantiene con ese suspense, esa tensión por determinadas situaciones que van a producirse. Y todo esto último irá aumentando a medida que se vaya acercando el final.

En general, se me ha hecho bastante entretenida y no muy pesada a pesar de su duración, pero oye, que si se le pudiera quitar al menos 15-20 minutos pues tampoco pasaría nada. Es de las que va cociéndose todo poco a poco, a su ritmo, pero es necesario que sea así por su propio bien para la forma de contar todo.

Cuenta con bastantes caras conocidas, no me esperaba encontrarme a "Jerry" y "Ron Swanson" de la serie "Parks and Recreation" aunque su papel sea anecdótico. Pero los que tienen un mayor peso, hacen un buen trabajo como Dakota Johnson, aunque me han gustado en especial Jeff Bridges y Cynthia Erivo.

Lo dicho, si te gusta este estilo, esta película es para que la tengas en cuenta y un día con un buen puñado de palomitas o con lo que te apetezca, la disfrutes :)

Posiblemente estemos ante la mejor película "de género" que estrenada en lo que va de año y solo le puedo achacar ser inferior y parecerse demasiado a #TheHatefulEight en estructura y forma. Las similitudes entre ambas son múltiples; un escenario reducido que le da cierto aspecto teatral, la violencia como seductor hilo conductor, calculados giros de guión que van dando luz y cambiando el sentido de una historia bien planteada y narrada, notable peso de las interpretaciones y una cuidada banda sonora que, en este caso, está conformada con una variada selección de temas, mayormente, de música negra. Os la recomiendo a todos, pues se puede pasar un rato, tal vez demasiado largo, disfrutando de moderno cine negro