Críticas de Merlí. Sapere Aude

Es una serie completamente distinta. De Merlí sólo han dejado el anzuelo. sigue tirando de costumbrismo, pero se ha transformado en un producto no con, sino para adolescentes, y la filosofía ha quedado tan difuminada que a duras penas es peceptible.

A bote pronto se me ocurre otro nombre más ajustado a la realidad: Yo, Pol Rubio

... o con un poquito de mala baba: 08001, Sensación de Merlí

Está claro que no es Merlí, pero está bien ver otro escenario, y sobretodo que no se haya esfumado la filosofía, aunque el tema sexual le haya comido terreno. Ésto no me gusta, pero entiendo que pueda ser comprensible al tratar la vida universitaria, que tiene toda esa imaginaria sobre el tema sexual.

María Pujalte me ha sorprendido, no estaba muy seguro de ella cuando supe que sería importante en la serie, pero lo cierto es que clava el papel, y puedes imaginarla totalmente como una profesora de Filosofía real.

Resulta increíble que con la calidad que tenía Merlí, esta secuela sea un bodrio semejante. Claro que la caída en picado de la 3T no presagiaba nada bueno.
Renuevan elenco y el desastre es monumental. Empezando por una Pujalte totalmente irreconocible y siguiendo por la argentina de dicción incomprensible (no hace falta mencionar su nombre, para llegar al "niño-rico-que-dejó-ESADE-para-aprender-a-pensar". A cual más patético. Y para colmo mantienen y le dan protagonismo al padre de Pol Rubio, que si en Merlí ya no funcionó, aquí destroza lo que toca.
Ver los intentos infructuosos de Pol por salir airoso de ese marasmo dice mucho de él y de su calidad artística pero, por lo que he oido, llegó a su límite de aguante y se fue de la serie. No voy a esperar para verlo.
En resumen: Vergonzante en el guión, infame en el sonido (marca de la casa Movistar), infantil en la dirección y terrible en el casting. ¿Alguien da más?

Merlí: Sapere Aude ha sido una serie que me ha gustado mucho. La continuación de la historia de Pol Rubio en la universidad ha sido interesante y entretenida, con personajes memorables y reflexiones filosóficas profundas.

Sin embargo, hay algunos aspectos que no me han convencido del todo. Uno de ellos es la creación de parejas temporales que luego no van a ninguna parte. Un ejemplo claro es la relación entre Pol y Rai. Se nos introduce la posibilidad de un romance entre ellos, se juega con la tensión sexual y las dudas de Pol, pero finalmente no se concreta nada. Esto me ha parecido un poco frustrante, ya que se genera una expectativa que luego no se cumple.

Otro punto que me ha dejado con ganas de más es el final abierto que se le da a algunos personajes. No se nos muestra qué pasa con Bruno, ni con Rai, ni con Bolaño. Me hubiera gustado saber cómo se desarrolla su futuro después de todo lo que han vivido juntos.

En general, Merlí: Sapere Aude es una serie recomendable, pero creo que podría haber sido aún mejor si se hubieran evitado estas pequeñas incoherencias.

Hay un dicho que segundas partes nunca fueron buenas, no siempre se cumple pero desgraciadamente en este caso se cumple al 100%. Creo que la serie está cancelada o no quisieron renovarla, normal porque el producto que nos ofrece este spin off está muy por debajo de su antecesora. De todos modos tiene un final cerrado, no te quedaras con la cara de tonto de decir vaya, lo dejaron a medias, por lo menos tiene ese punto positivo.

La gracia de ver este spin off es haber visto su “hermana mayor” Merlí, porque hace muchas referencias a esa serie y no vas a saber de que van.

En esta serie se busca en María Bolaño (María Pujalte) la nueva profesora de la universidad, un nuevo Merlí (Francesc Orella) y está claro que se les ha quedado un Merlí del Hacendado en versión femenina, aun no haciendo una mala interpretación está a años luz del carisma, del descaro, de ese gancho tan especial que tenía el personaje de Merlí. El protagonista en esta serie Pol Rubio (Carlos Cuevas), sigue la misma línea que en su antecesora, para mi una buena interpretación, pero sus nuevos compañeros universitarios están muy por debajo de las interpretaciones que hacían sus antiguos compañeros de instituto en la anterior serie, en este caso el elenco de actores y actrices para mí muy por debajo de lo esperado, poquitos tienen el aprobado raspado. Aunque el actor que está de sobresaliente sin ninguna duda, que gran actor, es Eusebio Poncela que interpreta a Dino dueño de un local de espectáculos, interpretación sublime.

La trama en sí no tiene nada, simplemente chicos que entran en la universidad en la carrera de Filosofía y se le ve dando clase, clases un poquito especiales a las habituales me imagino (no he estudiado Filosofía) no se si en las clases en esta carrera se debate tanto, los alumnos entran tantísimo en la dinámica de las clases... Recuerdo mi época universitaria (Ingeniería informática) que el profesor soltaba el rollo o leía transparencias, tu aguantabas el chaparrón, algunas preguntas puntuales y con esto y un bizcocho hasta mañana a las ocho. Y volviendo a lo que importa pues solo muestra las vidas de ellos de forma diaria, eso sí, con una cantidad de sexo entre ellos excesiva o poco realista, típica serie juvenil en el que la trama importante es la sexualidad y aquí se añade un componente más que es la homosexualidad, que bajo mi punto de vista deja un poso de que los gays solo van a lo que van, un aquí te pillo aquí te mato (que no es nada malo) pero si que es todo muy simplón, no hay trama, es la vida exagerada de cada personaje, todo como muy superficial.

Lo único positivo o muy positivo que tiene la serie es como trata un tema que parece olvidado en la sociedad pero que sigue ahí y es el tema del SIDA, me pareció muy interesante y constructivo como trataron en la serie este tema.

Sinceramente la serie en sí me parece mala en general y no la recomendaría pero como trata un tema que creo que es importante a veces que no se olvide y también es algo que es necesario saber y tener información, la hago recomendable solamente por como trata la enfermedad del VIH, me parece que muchos chicos jóvenes deberían visualizarla solo por este tema, y que no parezca que es una enfermedad que no está en la calle, que si está y muy presente aunque se lleve en silencio, por eso me parece fantástico que esta serie haya desempolvado un tema olvidado por la sociedad.

Muy buena temporada, muy bien reflejada la evolución lógica del personaje, y muy inesperado que Alfonso se haya acabado erigiendo en un personaje tan importante y querido.

Alcohol, amor, sexo, enfermedad, bisexualidad, la necesidad de trabajar, la necesidad de relacionarse... son muchos los temas tratados aquí, y muy bien tratados, aunque finalmente llevados a la idealización y al final feliz, pero también está bien fantasear un poco con que las cosas pueden salir bien y todo puede superarse.

Los últimos minutos de la temporada me han parecido un broche perfecto de la liberación de Pol. Aunque aún tenemos que verlo haciendo lo que todos esperamos ver.

Si pudiese elegir otros títulos alternativos a la serie ("Atrévete a saber"), me quedaría con "Filosofía o Química" por eso del exceso de amoríos o "Pol, bisexual y pensador". Ojo, no va con mala leche pero una tiene que desahogarse porque vaya turra de serie. Generalmente suelo negar el dicho de que segundas partes nunca fueron buenas, pero en este caso le viene como anillo al dedo. No es justo comparar un spin off con su serie madre, mas sin embargo es imposible no hacerlo si el propio título incluye el nombre de Merlí y se pasan casi los 16 episodios mencionándolo.
Con unos personajes más planos que una tabla de planchar que se pasan la serie entrenando sus órganos sexuales, la historia naufraga entre los intentos de varios jóvenes por salir adelante en su primer año de Universidad estudiando la carrera de Filosofía. Ninguno parece tener un ápice de profundidad y mucho menos diálogos que se merezca la pena escuchar. Con la salvada excepción de Pol por supuesto, que en esta continuación intenta realizarse a sí mismo y emprender el viaje al conocimiento. De mejor o peor manera, pero atreviéndose a tomar las riendas de su vida y de su pensamiento. Destacan también como contrapunto María Bolaño y Dino, dos personajes muy diferentes pero al mismo tiempo esenciales para la construcción del futuro Pol.

Un quiero y no puedo que me ha hecho sudar sangre para terminarla. *Drama queen mode activated*.

No sé por qué, pensaba que tendría más temporadas, se me hizo muy corta. Si bien es cierto que no puede competir con la calidad de Merlí, es igual de entretenida, se ve casi sin darte cuenta. Realmente da lo que promete (a menos que esperaras que fuera a ser una copia exacta de Merlí), hay más sexo, más problemas típicos de Universidad, tramas amorosas un poco más complejas... y visualización importante de otros temas como la bisexualidad o el SIDA. Además, también te digo, que por ejemplo, a mí la evolución del personaje de Alfonso me ha parecido digna de la serie Merlí, ha sido tremenda.

En fin, sé que a muchos les ha decepcionado porque querían un Merlí 2, pero yo sabía que ésto iba a tirar de otros hilos, y la he disfrutado bastante la verdad. Muy entretenida, y con algún deje de serie de calidad, como lo que he comentado de la evolución de Alfonso.

El creador de 'Merlí', Héctor Lozano, continua con su creación en 'Merlí: Sapere Aude', pero obviamente cambiando al protagonista, y centrándose en su discípulo, Pol Rubio.

En 'Merlí: Sapere Aude', nos olvidamos de la escena "flash forward" que nos regalo el final de 'Merlí', para volver a la adolescencia y ver a Pol Rubio estudiar Filosofía en la Universidad de Barcelona. Y el cambio me ha gustado bastante, pues personalmente el personaje de Pol Rubio me parece muy interesante, y los personajes que le rodean responde bastante bien a los estereotipos de estudiantes universitarios de Barcelona.

En dos temporadas diferenciadas, vemos a Pol adaptarse a la vida universitaria en la primera, aún con lazos con su pasado, y tras un giro, vemos a un Pol más maduro en la segunda temporada, enfrentándose a sus decisiones y cerrando el circulo de la historia. Me gusta la naturalidad y el realismo de la serie, que se ve en un guion fresco, y en detalles como que los personajes hablen castellano y catalán indiferentemente, tal como sucede en la realidad, pero que nunca se ve en las producciones de la CCMA (Televisión de Cataluña).

Y tan importante como el guion, son los dos actores clave, Carlos Cuevas, que vuelve a interpreta a Pol Rubio, y que demuestra ser un gran actor haciendo madurar su personaje y mostrándonos todas sus facetas, desde las cómicas a las dramáticas. Y por supuesto, la gran María Pujalte como la profesora María Bolaño y nueva protectora y maestra de Pol. María Pujalte tiene la oportunidad de hacer un gran personaje dramático, y no lo desaprovecha, y ofrece su mejor interpretación en una serie, y consiguiendo ser tan protagonista como el propio Pol.

Sin duda, una secuela a la altura.

La primera temporada del spin-off de 'Merlí' nos deja bastante claro que estamos ante una serie totalmente diferente, y que aunque la trama se centre en cómo afronta la carrera de Filosofía uno de los ex-estudiantes del carismático profesor, la filosofía se ha dejado algo de lado para centrarse más en la vida y los problemas de los personajes. Vamos, menos Aristóteles y más salseo. Es cierto que con el paso de los episodios se va profundizando más en algunos temas, pero por el momento es mucho más superficial que 'Merlí'.

A pesar de todo no me parece mala serie, pero es muy probable que los que lleguen hasta este spin-off después de haber visto su predecesora se sientan algo decepcionados. Sócrates no murió bebiendo cicuta para esto.