Críticas de Antidisturbios

Pues muy muy bien. Ya en el primer episodio te engancha la trama y no te suelta hasta el final. Quizás me hubiera gustado un final un poco más desarrollado pero tampoco me molesta como lo han hecho.

Todos los actores están genial. A falta de ver Patria y Veneno (que me pondré en breve) creo que los premios que se ha llevado son merecidos.

El director Rodrigo Sorogoyen realiza esta mini-serie de seis capítulos, cuyo protagonista es un equipo antidisturbios de seis personas. Es descaradamente realista, de un suspense asfixiante y terriblemente actual, en un momento en que la violencia policial ocupa los titulares. Esta brigada antidisturbios se encarga de llevar a cabo un desahucio en un barrio obrero de Madrid. Pero un comité de bienvenida compuesto por activistas de Derecho a la Vivienda se opondrá a esta intrusión. Abrumados por el número de personas congregadas, por las provocaciones, por los curiosos y molestos intrusos, por los teléfonos móviles que lo filman todo, la situación degenera, la violencia se cuela inexorablemente y el control se descontrola hasta el drama. Asuntos Internos de la policía se hace cargo de la investigación. Una joven investigadora, interpretada por la perfecta Vicky Luengo, una auténtica excavadora, moverá cielo y tierra para llegar a la verdad. Pero no es tan sencillo, y se ve envuelta en un caso de corrupción inmobiliaria que implica a jueces, policías y políticos en detrimento de la gente corriente... No diré nada más porque esta serie es tan perturbadora, desafiante y manipuladora que te deja sin aliento y bastante amargado.
Me tragué los seis episodios en dos tardes, ya que el suspense y la credibilidad de las escenas de acción son verosímiles y atrapantes. La milimétrica dirección, apoyada en la envolvente y asfixiante música de Olivier Arson, y liderada por un brillante guión de Isabel Peña, te aplasta y asfixia. Los actores son perfectos y parecen estar muy cómodos en sus papeles: Hovik Keuchkerian, visto en La Casa de Papel, Raul Arévalo, Roberto Alamo y Raul Prieto. Esta serie es una joya que te abre los ojos a los mecanismos de la violencia y sacude tus ideas preconcebidas...
Es brillante, es indispensable.

gran serie
grandes personajes construidos para contar una historia ya vista pero no por ello menos interesante
aun así, dejan demasiados flecos colgando, historias y personajes secundarios que no sabes hacia donde van
y el final me ha parecido demasiado precipitado, creo que habría hecho falta un capitulo mas para cerrar la historia

De entrada, por el nombre, pensé que sería una atípica serie procedimental de policías. Atípica porque si bien en una serie policíaca los episodios varían en temática mientras se mantiene una subtrama (que suele ser la personal de los protagonistas), en ésta imaginaba que sería al revés, con la vida privada de trama variante (gente dañada antes y/o durante) y como subtrama la laboral. Básicamente porque el desempeño laboral de este colectivo no es que ande sobrado de variaciones. es un: sota, caballo y rey con sólo tres palos- valga la redundancia- de la baraja: véase bastos, copas y espadas.

La cosa es que me equivoqué de medio a medio para mi bien. Ellos son sólo el hilo conductor del relato principal. De ahí mi sorpresa y por eso tal vez me ha encantado.

Pues me he llevado una gratísima sorpresa, y mira que de entrada ni siquiera me llamaba la atención. Al final, viendo que era de esas series que decantan a la gente en filias y fobias sin término medio, me animé a verla, y pues que me ha encantado

Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña están en su salsa, la temática e historia en la que se mueven siempre dentro de lo real, la manejan magníficamente en la ficción, en esta caso, para TV. Reparto actoral acojonante del primero al ultimo, quizás el ritmo de la serie sufre altibajos en algunos momentos y ese final, descorazonador por una parte, esperanzador por otra e incluso diría que abrupto que tiene (quizás un capitulo mas hubiera dejado menos cabos sueltos, pero lo dejamos a nuestro entendimiento y juicio.) Igualmente nos muestran esa faceta de las instituciones policiales y de la justicia española, con las licencias que se toman Sorogoyen y Peña claro esta, que uno quizás esperaba ver algo blanqueadas pero aqui se muestran crudas, reales y cercanas. Gente buena, gente mala y arquetipos de nuestra sociedad que visten el uniforme o ejercen la justicia por la ley en España. A veces da la sensación que la serie puede ser una secuela de "El Reino" pero rápidamente se aleja al darnos fechas y sucesos reales de este pais. En resumen: De lo mejorcito que he visto este 2020 en cuanto a material español de ficción se refiere.

el título lleva a equivocación, ya que puede dar a entender que es la típica serie española de policías de capítulos con tramas independientes.

no. la miniserie se centra en una investigación, que tiene como protagonistas a un grupo de antidisturbios.

serie diferente. te mantiene con cierta tensión hasta el final.
historia bien cerrada.

Es muy buena serie, pero parece mentira que haya que recordar que es ficción. Más allá de eso, es muy tensa, y el primer episodio es sublime, y me parece bastante bien hecho y posicionándose más o menos neutral en el conflicto, como diciendo "tontos hay en todos lados".

Una de las mayores sorpresas de la temporada seriefila, no soy nada fan de las series españolas y mas que nada debido a que las considero bastante genericas.

Aun con algun que otro altibajo y con una gran discrepancia por parte de los sindicatios policiales, es una serie que me ha entretenido y me ha tenido que pegado al sofa/silla durante todo el tiempo.

Vicky Luengo(Urquijo) con ella, aparte de uno de los mejores personajes femeninos españoles creados en series, han creado un perro de presa que no suelta nada hasta que lo ha tenido todo bien muerto.

Guardaba la esperanza de que hubiera segunda temporada, pero finalmente se confirma que no la habrá. Y casi mejor así, en realidad, porque esta temporada ha sido un bombazo, toda una sorpresa, y una segunda temporada haría que se perdiera ese factor sorpresa que supuso la forma de grabar, el carácter de los personajes, y la crudeza y realismo de las escenas.

El primer capítulo ya capta tu atención para el resto de la serie, a partir de ahí todo va rodado, Sorogoyen le imprime un estilo muy personal. En la serie se respira mucho realismo y el casting es genial, de hecho hay sorpresas como la de Roberto Álamo, que hace un papel muy distinto al habitual, o Hovik, que hace posiblemente el mejor papel de su carrera.

Una joya que se puede disfrutar en forma de miniserie, y, repito, la verdad es que me alegro que finalmente sea así, que se vaya sin apenas defectos.

El tandem Sorogoyen Peña nos deja esta joyita que no te deja apartar los ojos de la pantalla.
Seis policías antidisturbios, tantos como episodios, ejecutan una orden de desahucio que no sale como debiera por lo que acaban siendo investigados por asuntos internos.
Como ya nos tiene acostumbrados Sorogoyen ritmo brutal y bastante violencia del tipo que sea para arrancar y luego ya vamos al desarrollo mas profundo de las cosas. En un furgón así se crean unos lazos y unas relaciones que probablemente nunca se darían en otro entorno, pero en un escenario de máxima tensión y provocación lo único que te queda es agarrarte con uñas y dientes a tus compañeros e intentar sobrevivir.
Con un primer capítulo para enmarcar es una serie a descubrir y a exportar con unos actores que están de escándalo todos y cada uno de ellos, olvidándose de protagonistas y protagonismos, porque como he dicho en este furgón todos los miembros de la "familia" son iguales.

Sorogoyen lo ha vuelto a hacer, otro gran thriller policiaco, con todo ese componente político de fondo. Con un reparto en el que están todos geniales, sin ninguna excepción. No hay partes mas flojas que otras, debido exactamente a esto.

Tampoco hay que olvidar a Isabel Peña que tiene casi la misma importancia que Sorogoyen en todo lo que hacen.

Es que si pienso en animes, series, pelis, etc de este año, mi producto favorito sin duda es antidisturbios.

Sorogoyen e Isabel Peña se pasan al ámbito seriéfilo con su propuesta de apenas seis episodios, ‘Antidisturbios’. La historia cuenta como estos seis antidisturbios son los encargados de ejecutar un desahucio en pleno Madrid que termina saliendo mal (por múltiples motivos) y un hombre pierde trágicamente la vida. Con el devenir de los acontecimientos, los policías comienzan a ser investigados por asuntos internos dada su implicación directa en el desahucio, resultando así una trama de corrupción urbanística que afecta a las más altas esferas de su entorno.
El piloto es una bestialidad y de lo mejor que se ha podido ver en televisión este año, pero luego el ritmo decae y la tensión va de más a menos. Me patinan un par de subtramas que no termino de comprender, más bien no terminan de encajarme en el argumento general de la serie. Pero por lo demás, es una gran miniserie perfecta para maratonear ahora que llega el frío. Los personajes están muy bien construidos y es sin duda el punto fuerte, con unos Raúl Arévalo, Álex García, Vicky Luengo, Roberto Álamo, Hovik Keuchkerian, Raúl Prieto y Patrick Criado en estado de gracia que merecen todos los laureles.

'Antidisturbios' me ha parecido muy buena, especialmente interesante en su seguimiento de la corrupción detrás de todo. Sorogoyen y Peña aciertan removiendo un poco el aire sobre las cloacas del Estado con múltiples referencias tan actuales como necesarias. El reparto cumple con creces mediante unos personajes construidos con cariño y que se definen de forma natural con el transcurso de los minutos. Además encontramos una perfecta unión entre los momentos más íntimos y la electrizante acción filmada con maestría, logrando trasladarnos en primer persona en más de una ocasión y sentir la ansiedad de la situación en nosotros.

Nuestro cine necesita más Sorogoyen y menos bufonadas, apoyémoslo.

Bueno, la verdad es que merece la pena echarle un vistazo, aunque también es cierto que pensaba que estaría mejor pues hay partes en la que se desinfla. Yo personalmente me atraía más la idea de esos primeros capítulos, el primero que es un espectáculo y también quizás el segundo, pero luego conforme se desarrolla, y toma más importancia la investigación, esa parte se me hacía más cuesta arriba aunque si que tiene momentos interesantes. Ya no vuelve esa tensión inicial hasta el penúltimo capítulo, con ese evento deportivo, y luego, el último se hace como un poco raro la forma de terminar, como precipitado. Pero bueno, aún así le puse buena nota y merecida.

- Seis antidisturbios tienen la misión de realizar un desalojo, peeeero la situación se complica y no sale como se esperaba.

Tiene un comienzo bastante bueno, esos primeros capítulos están sensacionales, yo me quedaría con el primero , luego el desarrollo puede perderse un poco en otros asuntos , hasta que ya en los últimos logra mejorar al menos.

Lo mejor es esa tensión que te puede llegar a producir conforme ocurre algunos hechos importantes, además del trabajo que tiene lograr esas determinadas escenas. Además. cuentan con unas actuaciones bastantes buenas en general, en las que provocan que sientas empatía por algún personaje en concreto. Así por decir nombres, diré Raúl Arevalo, Roberto Álamo, Hovik Keuchkerian....pero se podría nombrar a todos sin distinción.

Toda una sorpresa, el primer capítulo entró como una bomba, y a partir de ahí todo va rodado, me encanta el estilo que le ha impreso Sorogoyen. En la serie se respira mucho realismo y el casting es genial, de hecho hay sorpresas como la de Roberto Álamo, que hace un papel muy distinto al habitual, o Hovik, que hace posiblemente el mejor papel de su carrera.

Recomendadísima, y ojalá haya segunda temporada.