Crítica de Unbreakable Kimmy Schmidt por MartaPD

Si te gustan las comedias de la órbita Tina Fey y colegas de SNL seguramente Unbreakable Kimmy Schmidt sea para ti. Se rodea de habituales como la genial Jane Krakowski y muchas otras caras conocidas que van apareciendo aquí y allá entre episodios (como, por ejemplo, Jon Hamm cumpliendo muy bien en el terreno de la comedia) para hacer una serie que se sostiene en las personalidades y circunstancias de sus personajes más que en las tramas en sí.

Kimmy Schmidt es una mujer que ha vivido encerrada en un búnker desde su adolescencia junto a otras 3 secuestradas por un reverendo que las engañó al estilo secta haciéndoles creer que el mundo se había acabado. Esta premisa aunque suene muy dramática es más bien super absurda cuando conocemos la estupidez que rodea todo, cómo funciona el búnker, cómo las engaña el reverendo... Estas cosas se van conociendo en flashbacks mientras en el presente Kimmy intenta sobrevivir en Nueva Yorks sin saber muy bien de qué va la vida y con una ingenuidad y optimismo casi infantil. La acompañan su compañero de piso, Titus, un aspirante a actor de Broadway que vive por y para el drama yas queen etc; y Lillian, su casera, una señora extraña acostumbrada al Nueva York más barriobajero, cutre y peligroso.

Me lo he pasado bien viendo la serie, aunque nunca termina de ir a más para convertirse en una comedia espectacular. Pero es muy disfrutable por la inercia en la que te llevan las extravagancias de sus personajes y algunas bromas muy bien escritas. Es irregular, combinando capítulos muy buenos con otros más pasables. Y con ver un solo capítulo se te quedará para siempre la musiquita del opening pegada como el chicle: UUUUN-BREAKABLE. THEY ALIVE, DAMMIT! IT'S A MIRACLE.