Redactada:
2024-11-26
¿A quién no le gustaría ser rico y vivir con todas las comodidades posibles? Pues en estas se ve nuestro protagonista, Tom Ripley, un estafador de poca monta que un día de buenas a primeras se encuentra con un millonario que le ofrece un curioso trabajo, buscar a su hijo, Dickie Greenleaf, que está en Italia y convencerle para que vuelva con su familia, con un buen salario y con todos los gastos pagados allí en Italia.
Y hasta allí que va en busca del hijo, todo un bohemio de la vida, un tipo sin preocupaciones, un auténtico vividor y con una novieta, y eso a Ripley le encanta, estar con Dickie, viviendo la vida como él, quiere ser como él.
Los dos primeros capítulos sorprendentemente son soporíferos hasta que llega el tercero con un giro de guion inesperado y te quedas con los ojos pegados a la pantalla y sin pestañear, da un giro en el interés de la trama de forma considerable, hay alguna que otra laguna lenta, pero a partir de aquí, el interés va in crescendo, sin ninguna duda la serie va de la menos (la nada prácticamente) a más (a dejarte pegado al televisor).
Y cuando la acción aparece hay un interesantísimo juego del ratón y el gato de forma muy peculiar, con varios personajes, no desvelo nada para no destripar el más mínimo detalle pero es un juego de escapismo más que interesante.
La serie tiene muchas cosas buenas, sobre todo el guion, le cuesta mucho arrancar (es lo peor que tiene), así que paciencia, pero una vez que empieza la acción te atrapa. Por otro lado, la fotografía en muchos parajes de Italia son espectaculares además sumado a ese toque clásico al ser rodada la serie en blanco y negro.
Tensión, intriga e investigación completarán una serie donde las interpretaciones en general son notables.
En definitiva, una pequeña joya que me ha sorprendido, me esperaba menos de ella y sobre todo con su lentísimo inicio, una mini serie que te terminará atrapando y con un final más que satisfactorio. Serie recomendada para los amantes de los crímenes y las investigaciones posteriores.
Y hasta allí que va en busca del hijo, todo un bohemio de la vida, un tipo sin preocupaciones, un auténtico vividor y con una novieta, y eso a Ripley le encanta, estar con Dickie, viviendo la vida como él, quiere ser como él.
Los dos primeros capítulos sorprendentemente son soporíferos hasta que llega el tercero con un giro de guion inesperado y te quedas con los ojos pegados a la pantalla y sin pestañear, da un giro en el interés de la trama de forma considerable, hay alguna que otra laguna lenta, pero a partir de aquí, el interés va in crescendo, sin ninguna duda la serie va de la menos (la nada prácticamente) a más (a dejarte pegado al televisor).
Y cuando la acción aparece hay un interesantísimo juego del ratón y el gato de forma muy peculiar, con varios personajes, no desvelo nada para no destripar el más mínimo detalle pero es un juego de escapismo más que interesante.
La serie tiene muchas cosas buenas, sobre todo el guion, le cuesta mucho arrancar (es lo peor que tiene), así que paciencia, pero una vez que empieza la acción te atrapa. Por otro lado, la fotografía en muchos parajes de Italia son espectaculares además sumado a ese toque clásico al ser rodada la serie en blanco y negro.
Tensión, intriga e investigación completarán una serie donde las interpretaciones en general son notables.
En definitiva, una pequeña joya que me ha sorprendido, me esperaba menos de ella y sobre todo con su lentísimo inicio, una mini serie que te terminará atrapando y con un final más que satisfactorio. Serie recomendada para los amantes de los crímenes y las investigaciones posteriores.
Guion
4 ✮
Banda sonora
3 ✮
Interpretación
4 ✮
Efectos
4 ✮
Ritmo
3 ✮
Entretenimiento
4 ✮
Complejidad
2 ✮
Sentimiento
1 ✮
Duracion
5 ✮
Credibilidad
4 ✮
Fotografía
5 ✮
Dirección
4 ✮
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