Redactada: 2022-02-26
Lo primero que diré no es solo sobre esta temporada sino sobre sobre todas las temporadas del MCU de Netflix desde su comienzo hasta esta primera temporada de Luke Cage: hay un enorme problema con el ritmo de las mismas. Aquí se hacen como dos grandes arcos, haciendo que la temporada fueran como dos temporadas de la mitad de capítulos, y esto en parte resuelve a nivel general el problema de las temporadas que han precedido a esta serie; lo que da a entender de que lo de los trece capítulos no funciona para dar un ritmo adecuado, y si hubiera funcionado en la primera de Daredevil entendería que simplemente han intentado seguir con la misma cantidad de capítulos en las demás y les ha salido mal, pero no es el caso.

El problema aquí es que aunque a nivel general el ritmo funciona algo mejor gracias a que básicamente tenemos dos temporadas en una, ambas mitades de las temporadas tienen sus propios problemas de ritmo particular. La primera parte funciona mejor en ritmo, aunque llegados a hacia la mitad de temporada uno se pregunta «¿y ahora qué?» porque las piezas parecen alinearse para resolver los conflictos de la trama, y ahí entra el segundo tramo de la temporada, que cuenta con algunos capítulos muy interesantes pero que tiene un problema tremendo de ritmo, en el que notas escenas que están frenando el avance de la trama.

Otro gran problema de esta segunda parte es que mientras en la primera parte teníamos un antagonista principal muy carismático, esta segunda parte nos dejan antagonistas que, a excepción de Diamondback, no le llegan ni a las suelas en cuanto a carisma. Y Diamondback, aunque carismático y similar a Cottonmouth, acaba no funcionando tan bien porque el segundo tiene una personalidad más socarrona, lo que no le hace parecer tan cliché .

Obviando este problema de ritmo, la trama en sí me ha gustado y me parece que funciona bien; por una parte, mientras en Jessica Jones la historia era una excusa para hablar de relaciones abusivas, aquí lo es para hablar de conciencia racial (y en menor medida, de clase), sin embargo, donde en la otra serie algunas metáforas tenían la sutileza de un cartel de neón, aquí el tema racial está muchísimo mejor integrado en la trama; por la otra parte tenemos un tema de mafias que nos puede recordar a Daredevil pero con unos antagonistas más realistas en sus manera de actuar y en sus objetivos.

Con respecto a los personajes: Luke funciona muy bien porque para empezar, aunque conocemos más cosas sobre él, no hacen un retcon de lo que descubrimos en su aparición en Jessica Jones, y el personaje sufre una evolución que aunque no cambia completamente al personaje sí hace que no acabe la temporada exactamente en el mismo punto en el que la empezó. Al principal antagonista, Cottonmouth, a su vez, lo considero el antagonista más carismático del MCU de Netflix (incluyendo solo lo que hemos visto cronológicamente hasta este momento) quizá solo igualado (o superado) por Kilgrave; me parece muchísimo mejor trabajada la construcción de su personaje (conociendo también más sobre él como persona y su pasado) que Fisk, donde daba la impresión de que la narrativa pretendía forzarte a empatizar con él; aquí no hay eso, si empatizas no es porque la narrativa te lleve a eso porque aunque conoces sobre él más allá de su hacer mafioso, sigues viendo los actos repudiables que comete como tales y no un «el fin justifica los medios».

El resto de personajes también funciona, con la excepción de Shades y Mariah. Al primero no sé decir qué función tenía (ni dentro de la trama ni en la narrativa de la serie) y la segunda da unos bandazos raros en la evolución de su personaje.

Y aprovechando que hablo de personajes (y que vemos, escuchamos o mencionan a personajes de las otras temporadas previas) diré un gran problema que se está creando aquí en este, llamemosle «NMCU»: como en Daredevil, aquí que los Vengadores, aunque mencionados, no hagan su aparición tiene sentido; al igual que Hell's Kitchen, Harlem es un sitio que no importa a los pesos pesados. El problema es que a los personajes que ya conocemos de las series de Netflix sí debería importarles y por tanto hacer su aparición. La solución parece ser que se narra de manera que parece que Hell's Kitchen y Harlem son ciudades distintas, y aunque algo lejos, la manera en que se plantea en la serie parece que estén en estados distintos, y queda raro.

Por la manera en la que acaba la temporada, entiendo que será la excusa para que en The Defenders se unan los personajes, pero realmente no hay ningún motivo (dentro de la narrativa, a nivel de producción pueden haber varios) para que el resto de protagonistas no aparezcan a ayudar.

Algo más a destacar son los poderes de Luke, lo principal es que los efectos para mostrar la superfuerza no me han llegado a parecer tan falsos como en algunos momentos de Jessica Jones; también es destacable como ha funcionado un protagonista que es a todas luces indestructible y al que no pueden herir (quitando momentos ocasionales como lo que ya vimos en la serie de la detective), como la escenas de acción no se centran tanto en peleas, que el protagonista pueda tumbar prácticamente a cualquier enemigo de una hostia no lo hace aburrido, aunque también es cierto que esto tiene un poco de culpa del problema de ritmo (al menos en lo que respecta a la primera parte de la temporada) porque quitando ciertos momentos (y más hacia el final) nada impide a Luke poner en aprietos a los antagonistas gracias a sus poderes.

Concluyendo mi opinión, es una serie que me ha dejado cierto sabor agridulce; me ha sorprendido gratamente, considerando que era una serie que me llamaba muchísimo menos la atención que las otras dos, sin embargo tiene lastres que la impiden brillar como merecería.

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