Redactada: 2022-08-31
Juré que no la iba a comparar con Hill House, y mientras la veía no lo he hecho porque la historia no tiene nada que ver y, como ya sabréis, son totalmente independientes, pero es cierto que a la hora de escribir la crítica es complicado no hacerlo.

Mientras que Hill House se crecía a medida que abandonaba el terror y se adentraba cada vez más en el drama, en la historia familiar, Bly Manor se desinfla cuando deja de ser una historia de fantasmas y se centra más en la historia de amor, que hay varias porque hay muchos tipos de amor. El capítulo 5, que es el ecuador, es bastante clave para entender algunas cosas, a pesar de ser cosas que ya se sabían porque es una serie bastante predecible, pero a partir de ahí va cuesta abajo. Los dos últimos capítulos tienen algo más de gracia, más información, más revelaciones... Pero los dos anteriores me resultaron de lo más aburridos.

Eso sí, mientras que con Hill House tenía que taparme los ojos cada vez que intuía que iba a aparecer un fantasma, porque daban muy mal rollo, aquí ha resultado de lo más entretenido buscar a los fantasmas ocultos en cada capítulo, era casi como un juego, aunque también se podía intuir más o menos dónde podían estar. Con eso quiero decir que esta no es de terror, es una historia de amor al más puro estilo del Romanticismo, que no romántica.

En cuanto al reparto, muchos de ellos repiten aunque con relaciones muy diferentes entre ellos, destacando sin duda Victoria Pedretti.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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